Hoy quiero compartir una reflexión que a lo mejor te puede ayudar, ante cualquier adversidad, no teman, sólo confía en Dios, porque para Él nada es imposible.

Hoy se cumplen 95 días de la cuarentena en Argentina, la cuarentena comenzó por un virus, denominado coronavirus o COVID-19 que fue importado a nuestro país, fue el 19 de marzo del presente año, ese día comenzó el miedo, creo yo que, no debemos tener miedo, más bien debemos primero valor el don de la vida que Dios no regaló a cada uno de nosotros y tenemos que ser consciente de tomar las medidas establecidas de bioseguridad para no contagiarnos, ni contagiar a otras personas.

Ahora, vuelvo a fundamentar lo del título, como exsoldado movilizado por una guerra, te quiero decir, el miedo no te llevará a vencer la adversidad, sí la fuerza y el coraje que Vos imprimas. Los católicos y no católicos tenemos una Biblia, el año tiene 365 días, en la Biblia hay más de 365 No teman, Jesús tiene más de un tema para no temer, Jesús siempre nos dice no teman contigo estaré siempre, Él siempre es fiel, nosotros podemos o no serlo fiel.

No teman: desde mi poco conocimiento bíblico, quiero destacar tres no teman que para mí son importantes, 1) No teman porque para Dios no hay nada oculto, Él lo ve y lo sabe todo; 2) No teman, te querrán matar el cuerpo, pero no te matarán tu alma ni tu espíritu, y 3) No teman porque Dios nos dice son mi imagen y semejanza o dicho de otra manera Dios nos creó a su imagen y semejanza.

Sólo confía en Dios: más allá que uno se tiene confianzas así mismo, es muy importante confiar en Dios, nosotros nos podemos fallar a nosotros mismo, pero Él nunca no nos va fallar, nunca no nos dejará solos, siempre está dispuesto a perdonarnos y siempre nos va a salvar de cualquier adversidad.

Para Dios nada es imposible: esta no es una simple frase, es la realidad siempre vigente, si tenemos en cuenta que Dios nos creó a su imagen y semejanza no habrá nada imposible porque el nos hizo por amor. Además, por su amor a nosotros nos envió a Jesús para salvarnos y fue tanto su amor por nosotros que hasta su hijo entregó al calvario en la experiencia de ser crucificado y hacerlo vencer a la muerte.

Si lo tenemos a Jesús en nuestro corazón, Él nos dará amor, paz, felicidad entre tantas generosidades que tiene, fue tan valiente, tan fiel al mandato de Dios y tan generoso que hasta su vida entregó por nuestra salvación. Jesús evangelizó, peregrinó, curó y tuvo tanto poder que hasta expulsó demonios en las personas. Jesús a vista de su madre María y de sus discípulos vivió el peor calvario, pero Él venció la muerte y resucitó.

Jesús dijo: “Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, con Ustedes yo estoy”, más allá de eso, Jesús siempre está con nosotros, nosotros podemos alejarnos, pero Él no de nosotros. Cuando crees sentirte solo te invito a elevar la vista al cielo, podes charlar con Él o rezar, para mí existen tres oraciones importantes, dos de ellas creo que la mayoría las conocemos, el Padre Nuestro y el Ave María y, la tercera es la oración de San Francisco de Asís.

La oración de San Francisco de Asís, dice: “Oh, Señor, hazme un instrumento de Tú Paz. Donde hay odio, que lleve yo el Amor. Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón. Donde haya discordia, que lleve yo la Unión. Donde haya duda, que lleve yo la Fe. Donde haya error, que lleve yo la Verdad. Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría. Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz. Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, como amar. Porque es: Dando, que se recibe; Perdonando, que se es perdonado; Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna. Amén.