Este 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz, establecido por las Naciones Unidas por voto unánime de la Asamblea General en 1981. Desde entonces, en esta fecha se renueva el llamamiento a un alto el fuego mundial de 24 horas y se organizan actos educativos sobre el tema de la paz.

Forjar juntos la paz

El Día Internacional de la Paz de este año ha recibido el significativo título de "Forjar juntos la paz", con especial hincapié en la necesidad de una cultura de compasión y colaboración entre los pueblos y las naciones ante la amenaza mundial de la pandemia.

Construir juntos la paz

Construir, es más plasmar juntos la paz, corresponde a una profunda vocación de la Comunidad de San Egidio y a su método de trabajo en las relaciones internacionales, método que se ha consolidado en muchos años de trabajo para la resolución de conflictos. La paz es, de hecho, una responsabilidad universal y cada uno debe contribuir a ella con su propio pensamiento y trabajo, porque como dijo Juan Pablo II en la Jornada de Oración por la Paz en Asís el 27 de octubre de 1986

“La paz es una obra abierta a todos, no sólo a los especialistas, a los sabios y a los estrategas”

San Egidio renueva su compromiso diario de construir una cultura de la convivencia, antídoto eficaz contra la del enemigo, de invertir en la educación de los niños y los jóvenes a través del movimiento de las Escuelas de la Paz y de los Jóvenes por la Paz, de fomentar el diálogo entre las naciones y las religiones y de trabajar por la acogida de los refugiados y los migrantes, única solución al desafío de la época de las migraciones, consecuencia amarga de las guerras, del cambio climático y de la distribución desigual de los recursos del planeta.

Y de hecho, en concomitancia con el Día Internacional de la Paz establecido por la ONU el Papa Francisco tuiteó esta mañana en su cuenta oficial del Twitter @Pontifex:

“Debemos perseguir una fraternidad real, basado en el común origen de Dios. El deseo de #paz está inscrito profundamente en el corazón del hombre y no debemos resignarnos a nada que sea menos que esto”