Periodistas vs “noticias falsas”
La circulación de “noticias falsas" afecta la credibilidad de los medios profesionales, lo que demuestra que el periodismo de calidad es más necesario que nunca. La difusión de contenido falso y engañoso en las plataformas digitales genera ruido en la conversación pública, contamina el espacio mediático y desafía al periodismo a poner freno a esas prácticas.
El 79% de los periodistas se encuentra con este tipo de información frecuentemente. Un 70% cree, al igual que los usuarios, que su circulación aumenta en períodos electorales. Señalan como principales responsables a los líderes políticos y piensan que se generan para perjudicar a candidatos, generar confusión y promocionar a los políticos.
Los periodistas perciben a las llamadas “noticias falsas” como un grave problema para el periodismo, pero a la vez, estas impulsan una puesta en valor de la profesión: el 80% admite verificar mejor la información que recibe antes de publicarla.
Según la encuesta, en promedio los periodistas utilizan 5 herramientas para chequear la información: consultan a más de una fuente (93%), buscan documentación oficial (84%), ven qué publicaron otros medios (74%), usan Google (76%) y preguntan a colegas (72%).
Mientras que para cubrir una noticia, utilizan en promedio 4,4 fuentes, principalmente contactos personales (96%) y documentación oficial (94%). Para elegirlas, se basan en la reputación y en la confianza tratando de abarcar, con esas fuentes, varios puntos de vista.
La desinformación afecta la democracia
La desinformación se produce a partir de la difusión de información falsa, imprecisa o engañosa diseñada, presentada y promovida para causar intencionalmente daño público o ganancias económicas.
Para los usuarios digitales, la información producida por periodistas se diferencia claramente de la que circula por redes sociales, quedando al margen de las “noticias falsas”. La principal diferencia radica en el proceso de producción de las noticias, y la integración de datos en los contenidos genera mayor credibilidad.
El trabajo de los periodistas es explicar a la sociedad lo que pasa para que las personas puedan tomar decisiones informadas en todos los ámbitos de su vida. Por eso, verificar y contrastar la información es indispensable para distinguir qué es real y qué no lo es, para conocer los hechos e identificar una mentira interesada.
La desinformación divide a la sociedad, genera ira y miedo, y perjudica a la democracia. Cuando la sociedad reconoce a la desinformación como tal, puede comprender los hechos con datos ciertos y contrastar opiniones. Hoy los medios de comunicación tienen la posibilidad de ocupar un rol clave en la lucha contra la desinformación. Para ello es necesario fortalecer el rol de los periodistas como garantes de la información contrastada, cierta y contextualizada.
Desde FOPEA estamos convencidos que los usuarios del ecosistema digital tienen derecho a acceder a información transparente y confiable sobre los asuntos públicos, hecho fundamental para el ejercicio de sus derechos en la democracia.
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