En tanto, una familia de cuatro integrantes necesitó $20.710,20 para comprar los productos de la CBA y no ser considerada indigente. Esta última aumentó 6,6% con respecto al mes anterior y casi un punto porcentual más que la CBT.

Sin embargo, si se compara los valores con el mismo mes de 2019, la primera aumentó más que la canasta básica total: 45,8% contra 40%, respectivamente.

La suba en estos valores se asocia con un incremento en los precios de los alimentos por encima de la inflación. En octubre, mientras que el IPC acumuló un 3,8%, la categoría alimentos y bebidas sumó un 4,8%.

En los últimos 12 meses, mientras que el IPC acumula un 26,9%, mientras que alimentos y bebidas no alcohólicas registra una suba del 32,5% en el período.

El valor de la canasta básica alimentaria, que marca la línea de indigencia, se ubicó en $6702 en octubre, si se la calcula en relación con las necesidades de un adulto equivalente (el modelo teórico que utiliza el Indec, que considera los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto, de entre 30 y 60 años, de actividad moderada).

La canasta básica total, que traza el límite de la pobreza, se ubicó en $16.153. Además de alimentos, esta canasta incluye bienes y servicios no alimentarios como vestimenta, transporte, educación y salud.

Por otro lado, la canasta básica alimentaria aumentó $2106 con respecto al mismo mes del año anterior. En el caso de la canasta básica total, para comprarla se necesitan $4616,16 más que en octubre de 2019, siempre considerando el modelo de una familia tipo de cuatro integrantes.