Hoy se está cumpliendo 23 años del fallecimiento del cardenal Antonio Quarracino, fue un día como hoy, pero de 1.998 siendo obispo de Buenos Aires.

Quarracino había nacido en Pollica, pequeña población de la provincia de Salerno, en el sur de Italia, el 8 de agosto de 1923, y vino al país con sus padres inmigrantes cuando tenía apenas cuatro años de edad.

Al alcanzar la mayoría de edad, se hizo ciudadano argentino. Vivió sus primeros años en San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires, donde cursó la escuela primaria, Luego entró en el Seminario San José, de La Plata, donde siguió sus estudios en las ciencias humanas y eclesiásticas.
El 22 de diciembre de 1945 fue ordenado sacerdote en la basílica de Luján por el obispo de Mercedes, monseñor Anunciado Serafini. De modo similar al de su amigo Pironio, la patrona de la Argentina estuvo hondamente presente en su vida.

Fue profesor de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires. El 3 de febrero de 1962 San Juan XXIII lo nombró obispo de Nueve de Julio, en la provincia de Buenos Aires. El 3 de agosto de 1968 Pablo VI lo trasladó a la diócesis de Avellaneda. El 18 de diciembre de 1985 Juan Pablo II lo promovió a la arquidiócesis de La Plata.

El 10 de julio de 1990, Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina. En 1991, Juan Pablo II lo creó cardenal de la Santa Iglesia Romana, del título de Santa María de la Salud, en Primavalle. 

Al fallecer el cardenal Quarracino, hubo un primer velatorio privado en la residencia del arzobispado en Olivos y luego sus restos fueron trasladados a la Catedral de Buenos Aires, escoltados por el Regimiento de Granaderos.