“Lo que cada uno de ustedes desarrolla no es solo un trabajo delicado y laborioso. Es una obra de misericordia que, a través de los enfermos, entran en contacto con la carne herida de Jesús”, lo escribe el Papa Francisco en la Carta dirigida al Profesor Carlo Fratta Pasini, Presidente del Consejo de Administración de la Fundación Policlínico Universitario “Agostino Gemelli” de Roma, con la cual agradece a toda “la familia del Hospital Gemelli” por la acogida y la atención que recibió durante los días que estuvo hospitalizado para la operación de una estenosis diverticular, desde el pasado 4 de julio.

En la Misiva, el Santo Padre expresa “gratitud y afecto” a todos aquellos que conforman la gran familia del Hospital Gemelli. “Como en una familia – subraya el Pontífice – he tocado de cerca una acogida fraterna y una premura cordial, que me han hecho sentir en casa”. Además, el Papa señala que, ha “podido constatar personalmente cuanto sean esenciales, en el cuidado de la salud, la sensibilidad humana y la profesionalidad científica”. Ahora llevo en el corazón, afirma el Papa, muchos rostros, historias y situaciones de sufrimiento. El Hospital Gemelli – agrega – es verdaderamente una pequeña ciudad dentro del Urbe, donde cada día llegan miles de personas confiándoles esperanzas y preocupaciones.

Asimismo, el Santo Padre señala que en el Policlínico Gemelli, “además de la curación del cuerpo, se da, y oro para que siempre se de, también la del corazón, a través de una curación integral y atenta a la persona, capaz de infundir consolación y esperanza en los momentos de prueba”. En este sentido, el Obispo de Roma alienta a todo el personal a que el trabajo que desarrollan, “no es solo un trabajo delicado y laborioso. Es una obra de misericordia que, a través de los enfermos, entran en contacto con la carne herida de Jesús”.

Finalmente, el Papa Francisco concluye su Carta renovando su gratitud a la gran familia del Hospital Gemelli por la gran labor que realizan, “agradecido de haberlo visto, de cuidarlo dentro de mí y de llevarlo al Señor”. Y a todos ellos les imparte la Bendición Apostólica, pidiendo que continúen orando por él.