Haití dará este martes un paso, aunque mínimo, hacia su normalización institucional, con la asunción como primer ministro de Ariel Henry, quien había sido designado para ese lugar por el presidente Jovenel Moise días antes de ser asesinado y quien se hará cargo del Gobierno con la meta central de llegar a las elecciones para que surja un Ejecutivo votado por la ciudadanía.

Dada la magnitud de la crisis en todos los rubros que atraviesa Haití, Henry tendrá múltiples desafíos, pero al menos zanjó la disputa que mantenía por la jefatura de la gestión con el hasta acá primer ministro, Claude Joseph, quien se quedará como ministro de Relaciones Exteriores.

La nueva administración carecerá de presidente y tendrá la tarea de organizar nuevas elecciones "lo antes posible", dijo una fuente citada por la agencia AFP.

El diario Le Nouvelliste publicó el que presentó como el primer discurso de Henry, aún antes de asumir, en el que el nuevo primer ministro hizo un llamado “solemne a la unidad nacional, la puesta en común de las fuerzas y la cooperación de todos, a fin de frenar esta carrera hacia el abismo del país, para subir la cuesta y al país de los múltiples peligros que lo acechan”.

“En los últimos días me he encontrado con compatriotas de diversos sectores de la vida nacional, políticos por supuesto, pero también de la sociedad civil y del sector privado; me propongo continuar y profundizar estas discusiones, porque es la única manera de unir a la familia haitiana, de trascender nuestras diferencias y nuestros antagonismos y contemplar juntos un futuro diferente”, remarcó Henry.

Insistió en que “a través del diálogo y la consulta” se logrará “definir juntos los contornos de las políticas a seguir durante este período intermedio, al tomar las decisiones esenciales para la transformación de la sociedad y las condiciones de vida de los más vulnerables”.

Finalmente, el designado primer ministro exhortó a los haitianos a “superarse a sí mismos, para enfrentar juntos los peligros que amenazan a todos y ponen en peligro la propia existencia de la Nación”.

El anuncio de la asunción de Henry termina con el enfrentamiento con Joseph, y, al parecer, deja en la nada la designación de Joseph Lambert como presidente que hizo el Senado, con apenas 10 integrantes.

Moise había elegido a Henry para reemplazar a Joseph como primer ministro en los días previos a su asesinato a tiros en su residencia de Puerto Príncipe en la madrugada del 7 de julio.

Pero en las horas posteriores al magnicidio, Joseph declaró el "estado de sitio" y dijo que estaba a cargo, lo que dio paso a una nada disimulada lucha por el poder.

A favor de Henry pareció jugar una fuerte declaración, en la noche del sábado, del llamado Core Group, que integran varias potencias, la ONU y la OEA.

Alemania, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, la Unión Europea y los representantes especiales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidas pidieron la formación de “un gobierno consensuado e inclusivo" y alentaron “encarecidamente al primer ministro designado Ariel Henry a continuar la misión que se le ha confiado” para conformar ese nuevo Ejecutivo.

Moise gobernaba Haití, el país más pobre de América, por decreto después de que las elecciones legislativas de 2018 se postergaran por disputas, por lo que el país no tiene un Congreso en funcionamiento.

Además de las elecciones presidenciales, parlamentarias y locales, Haití tenía previsto un referendo constitucional dos veces postergado y ahora en dudas.

Henry es un cirujano de 71 años que fue ya ministro dos veces: del Interior de enero a septiembre de 2015 y de Asuntos Sociales y Trabajo de septiembre de 2015 a marzo de 2016.

La primera repercusión del acuerdo por el Gobierno llegó desde Estados Unidos, que instó a lograr una coalición "inclusiva" que traiga estabilidad al país caribeño.

"Nos alienta ver a los actores políticos y civiles haitianos trabajando para formar un gobierno de unidad que pueda estabilizar el país y sentar las bases para elecciones libres y justas", destacó ante los periodistas el vocero del Departamento de Estado, Ned Price.

La asunción de Henry será apenas tres días antes del funeral de Moise, previsto para el viernes, mientras avanza la investigación sobre su asesinato, con el apoyo técnico de la agencia policial federal estadounidense (FBI) y participación de agentes colombianos.

La policía haitiana arrestó a unos 18 militares retirados colombianos que oficiaron como mercenarios y a dos estadounidenses de origen haitiano, y atribuye el crimen a un complot de un grupo de haitianos, incluido un exsenador que está prófugo y un pastor médico radicado en Florida, Estados Unidos.

El diario Miami Herald publicó hoy la que, dijo, fue la última conversación telefónica de Moise antes de ser asesinado.

"¡Necesito tu ayuda ya! Mi vida corre peligro. Ven rápido. Ven y sálvame la vida", afirma Moise en la conversación con un responsable de la Policía. "Están disparando cerca de la casa (...) ¡Moviliza a la gente!", señala el mandatario.

El cuerpo de Moise fue encontrado en su dormitorio con heridas de bala en la frente, el pecho, la cadera y el abdomen y con el ojo izquierdo arrancado, una práctica relacionada con el vudú, para evitar que el asesinado pueda ver desde el otro mundo. El dato de que le faltaba un ojo ya había sido publicado por el diario colombiano El Tiempo, que citó fuentes de inteligencia de ese país.