Se trata de un modelo de generación de vínculos que cuenta con diversos programas en el país. Al respecto, la funcionaria, explicó: “es una figura muy importante y útil porque se constituyen en sostén emocional para los niños, niñas y adolescentes durante su alojamiento en los espacios convivenciales, cuando se hayan próximos a egresar de los mismos y dichos adolescentes requieran una preparación y acompañamiento a tal fin”. Además, se encargan de establecer un vínculo de confianza con aquellos para guiarlos en el proceso y hacia el futuro. 
 
“Pueden ser personas estrechamente vinculadas a los mismos (no unidos por un vínculo de parentesco, sino por lazos afectivos) o desconocidos que sienten amor por el prójimo y tengan espíritu solidario. Por ejemplo: madrinas y padrinos, docentes, personas afines, los que en muchos casos resultan ser tan o más idóneos que cualquiera de los familiares autorizados por ley para contener a un menor”, remarcó.
 
El objetivo radica en que “estos NNA sin progenitores (declarados en situación de adoptabilidad, que no han logrado ser ahijados, y que están próximos a cumplir la mayoría de edad) y un tercero desarrollen un vínculo estrecho de cariño, comprensión y contención que les será de utilidad para la vida diaria cuando egresen de la institución”. 
 
Estas personas resultan una “solución justa y que de respuesta a las situaciones de la vida cotidiana de los adolescentes, ante su estado desprotección o desamparo”, enfatizó Borelli. El aporte de los referentes se orienta, por ejemplo, a permitirles continuar con estudios secundarios o algún tipo de apoyo en cuestiones de salud. “No se trata de un respaldo económico sino afectivo y emocional. Sin perjuicio de que en algunos casos puedan necesitar esa ayuda económica”, agregó.
 
Sostén emocional
En otro tramo de la entrevista afirmó: “resulta fundamental que la sociedad se involucre, se sensibilice brindándoles tiempo y sostén emociona. No es lo mismo atravesar la adolescencia y ver de qué manera se puede tener una vida autónoma e insertarse en la sociedad sin tener a nadie afuera. Todos los NNA tienen derecho a una familia y esto es un modo aproximado de lograrlo”. 
 
Por último, Borrelli señaló que constituirse en referente afectivo “implica un compromiso para que estos chicos tengan afecto, proveyéndoles herramientas para que salgan sin resentimientos y con optimismo”. Por eso “es importante que esta figura permanezca cuando el adolescente egresa de la institución por su mayoría de edad, ya que su continuidad es clave para que puedan realizar sus proyectos de vida”.
 
Cómo contactarse
El Registro Centralizado de Adoptantes (Brown 250, planta alta. Teléfono: 0362-4453917) convoca a estas personas cuando no fue posible encontrarles una familia adoptiva a los menores. Así “evitamos la desprotección con la que se encontrarán al egreso de la institución”, sostiene la titular del RCA.
 
“No tenemos un registro para personas que deseen postularse como referentes afectivos. Solo deben acercarse para que, por nuestro intermedio, puedan comenzar a vincularse con esos niños, niñas y adolescentes”, concluyó Borelli.