Gracias a Dios ayer abrimos los ojos, hoy digámoslos a nuestros gobernantes argentinos que no somos sus mendigos ni sus esclavos y que ellos son nuestros electos empleados.

Como comunicador, uno siempre hace o trata de hacer lo que más sabe, nada más ni nada menos que comunicarnos, ayer hablé con muchas personas de distintos lugares como también con periodistas, en esas charlas recibí distintas sensaciones como ser: algunos muy tristes porque sentían solo una obligación ir a votar; otros con la esperanza de que todo se revierta en nuestro país; otros en volver a tener plena libertad y que los gobernantes argentinos respeten a las personas de acuerdo a las normas morales y por sobre todo constitucionales, como yo; otros, como yo soñamos con tener una Argentina próspera; en fin podía seguir mencionando mucho más, pero me parece que estos son los más básicas de las opiniones recibidas.

Ayer dimos el primer paso los argentinos, ese primer paso fue abrir nuestros ojos y nuestras mentes, quiero instarlos a que mantengamos los ojos abiertos y nuestras mentes abiertas, ahora tenemos que ratificar con lo que titulé ésta editorial: “Gracias a Dios ayer abrimos los ojos, hoy digámoslos a nuestros gobernantes argentinos que no somos sus mendigos ni sus esclavos y que ellos son nuestros electos empleados”.

La democracia volvió en Argentina el 10 de diciembre de 1.983 con la asunción en la presidencia Raúl Ricardo Alfonsín, pero lo más importante fue tener nuevamente una República Argentina Democrática. Lo lamentable de todo esto fue que a ese presidente no lo dejaron finalizar su mandato porque se tuvo que ir el 8 de julio de 1.989, cuando el traspaso de mandato tenía que ser el 10 de diciembre de 1.989.

Para los desmemoriados y para aquellos jóvenes y no tan jóvenes que no conocen o desconocen la historia de nuestra Argentina; nuestra Constitución Nacional facultaba al presidente con un mandato de 6 años y sin chances de ser reelecto por otro periodo según la Constitución de 1.853. En 1.994 se reformó la Constitución y estableció que el mandato dura cuatro años con posibilidad de una reelección inmediata, pudiendo repetirse nuevamente después de transcurrido un período.

Quiero volver a repetir que no milito ni tengo sentimiento político alguno, mi admiración es a los verdaderos próceres argentinos que realmente nos entregaron un país independiente, pero como argentino deseo tener una Argentina próspera, productiva por la biodiversidad que nos brindó Dios Padre y que estemos en los primeros lugares del mundo o un país desarrollado.

Finalmente, cierro agregando algo más a lo que dije al comienzo, hoy los ciudadanos argentinos debemos exigir a los empleado electos anteriormente, los que fueron nominados ayer y que se ratificados el domingo 14 de diciembre del presente años que queremos un país libre y con dignos ciudadanos, que respeten los derechos constitucionales y morales que nos asisten; que queremos trabajos bien remunerados, basta de planes humillantes y mendigos; que pongan en marcha los tres ejes fundamentales: Educación, Salud y Seguridad. Pido a los tres poderes cumplan sus respectivas funciones y también les recuerdo a los funcionarios legislativos y judiciales que ellos también son empleados de los ciudadanos argentinos, de aquellos quienes pagamos sus sueldos.