Tal como informa Prensa CELAM, Monseñor Gabriel Narciso Escobar Ayala, obispo responsable de la Pastoral Educativa de la Conferencia episcopal del Paraguay, envió una carta al presidente de la Cámara de Senadores, Oscar Salomón, para manifestar la preocupación del episcopado ante los recortes en Educación que aparecen en los nuevos presupuestos generales para el año 2022.

No a los recortes

En la carta, fechada el pasado 16 de noviembre, se lee:

“Los Obispos del Paraguay instamos a todos los miembros del Senado de la República a custodiar la inversión en educación en todos los niveles y modalidades para que la misma no sea afectada por recortes o reasignaciones que impidan o limiten el cumplimiento de las finalidades legalmente establecidas para las instituciones públicas responsables de implementar programas y proyectos que promueven la excelencia académica como son el FEII (Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación) y el FONACIDE (Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo) que deben ser blindados”

Como informa la Oficina de Comunicaciones y Prensa de la Conferencia episcopal paraguaya, la carta fue remitida al presidente de la Cámara de Senadores después de la reunión celebrada entre el equipo de la Pastoral Educativa del episcopado y la ministra-secretaria ejecutiva de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social, Viviana Casco Molinas y la directora del Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEII), Carmen Romero. Dicha reunión se celebró en la Casa Provincial de los Salesianos.

La Educación es un derecho de todos

Los obispos dejan claro que “la Educación es un derecho de todos”, por lo que deben “velar para que aumenten las partidas presupuestarias destinadas a educación – sobre todo luego de la pandemia – y garantizar mejores condiciones escolares” para los hijos de su país tan golpeado por las desigualdades, la corrupción y la falta de equidad”.

Después de insistir en la necesidad de una mayor inversión en educación, así como de mejorar la calidad del gasto, en la carta se hace llegar el “rotundo rechazo y desacuerdo, ante la posibilidad de recortes en el presupuesto que pertenece a la educación” de los niños desde la primera infancia, hasta los jóvenes y adultos.

Por último, el episcopado paraguayo insiste ante una realidad que como siempre va a perjudicar a los más pobres y solicita: "No hipotecar el futuro Educativo de nuestro pueblo. Hoy más que nunca urge invertir en educación, para generar el conocimiento y las competencias básicas necesarias para la formación del ciudadano honesto y responsable".