Antes que nada voy a hacer un poco de historia de la pandemia o plandemia, todo comenzó en Argentina en febrero de 2.020, en ese entonces, comparto las distintas frases del exministro de Salud de la Nación, 3 de ese mes Ginés González García dijo estar “mucho más preocupado por el dengue” que por el coronavirus; en el mes de marzo expresó “Yo no creía que el coronavirus iba a llegar tan rápido, no creía que iba a llegar en verano, nos sorprendió”, luego “es mucho peor la gripe” que el COVID-19; el 29 de mayo, el virus en la Argentina “comenzó con la clase media y alta que viajaba”; en junio del 2.020: Argentina le iba “menos mal que al resto” y a días, “El mundo nos elogia”, hubieron muchas más dichos, pero cierro con la última de González García antes de que el presidente Alberto Fernández le pidiera la renuncia, fue en febrero de 2.021 que dijo: “un riesgo innecesario” celebrar las PASO en agosto y que confiaba en tener “vacunados a todos los argentinos para agosto o septiembre”.

Me hago esta pregunta y te pregunto: ¿Ginés González García expresaba verdad o incertidumbre? Yo no lo entendí ni todavía lo entiendo.

Les voy a compartir sobre mi vida, gracias a Dios tengo una vida muy sana, en los años de vida puedo asegurar que nunca estuve internado por ningún tipo de enfermedad o patología; desde niño y hasta la actualidad lo único que se hice y se hacer es estudiar, trabajar, hacer actividades deportivas y siempre primero en mi vida está Dios, además Él es el que confió en préstame el don de la vida, a lo mejor no la cuidé cómo Él lo esperaba, pero yo creo que el mejor usuario de mi vida soy yo, otro no puede cuidarla mejor que yo.

Qué fue para mí la pandemia? Una etapa que primero dieron a conocer un “virus” denominado “coronavirus”, luego nos quisieron trabajar psicológicamente con el miedo, nos metieron mucha presión con el miedo, se quisieron adueñar de nuestras vidas diciéndonos que ellos la iban a cuidar, seguidamente nos encarcelaron en nuestros domicilios sin haber cometido ningún delito, nos acusaban aquellos que estamos acostumbrados a ir a trabajar que “salíamos a buscar el “virus”, pero los señores gobernantes los partieron en mil pedazos a nuestra Argentina, a nuestro Chaco, a nuestras ciudades o pueblos, prácticamente los derechos constitucionales dejaron de existir, como las distintas enfermedades en fin.

Lo que me llamó la atención que nadie supo informar o investigar cómo se generó o de dónde provino el “virus o coronavirus”, como también que no se investigó sobre las personas fallecidas y que a los fallecidos los cremaban directamente sin darles la chances a los familiares a reconocer al fallecido si era su familiar o no que estaba internado. Desde un principio pedí que se informaran los fallecidos por el “coronavirus” como también los fallecidos por otras patologías, pero pareció que los que perdieron la vida por otra patología no tenía importancia, creo que dando a conocer de esa manera se iba a transparentar la verdadera pandemia.

Creo que quién lea esta editorial habrá vivido la misma o casi similar experiencia que yo con respecto a esta pandemia. Creo que puede existir como no los anti-vacunas, yo se lo puedo asegurar que en lo personal tengo todas las vacunas habidas, pero esta inoculación contra el “coronavirus” a muchos nos causó más duda que confianza, creo que esa es la razón y no me considero un anti-vacuna. Me pregunto: Por qué no nos informa qué contiene esa “vacuna” contra el coronavirus?, en fin.

Ahora también se quieren adueñar de nuestras vidas metiéndonos presión a los que amamos nuestras vidas, amamos nuestros cuerpos y que no queremos que nos inyecten algo que no conocemos o que no nos quieren informar o decir la verdad sobre esa inoculación; con la verdad uno llega lejos; señores, Jesús es fuente de vida, verdad y justicia; Jesús es el ayer, hoy y siempre, simplemente me considero un humilde cristiano y mariano, en Jesús y la virgen María sí creo fielmente.  

Quiero cerrar con el título ¿El pase sanitario tendría supremacía sobre nuestra Constitución Nacional Argentina? Nadie valorará y cuidará mejor que yo mi propia vida.