La Comisión Pastoral Nacional de Drogas y Toxicomanías de la Conferencia Episcopal Argentina, en un comunicado dio a conocer el plan para impulsar las actividades deportivas como mecanismo para luchar contra el tráfico y consumo de drogas, sobre todo en los jóvenes.

El deporte es considerado “como lugar de encuentro y contención, buen uso del tiempo libre, proceso educativo, desarrollo personal y social, puente entre la calle y la escuela, y experiencia de comunidad”. El deporte también permite fomentar “la cultura del encuentro, en la que seguimos trabajando como Iglesia para el crecimiento pacífico de la sociedad”.

Los obispos afirman: “De los 11,8 millones de menores de 17 años que habitan el suelo argentino, el 41,2% vive en pobreza estructural y el 63,4% de ellos está privado de algún derecho. En un año 600.000 niños más de nuestro país cayeron en la pobreza, de los cuales 590.000 chicos son indigentes. Estamos en una carrera contra la cultura de la muerte para hacerles llegar a nuestros chicos una pelota antes que la droga. Ante tamaña crisis es necesario multiplicar espacios de contención y cuidado de la vida”.

“Que nuestra respuesta como Iglesia sea multiplicar en cada barrio la pedagogía de la presencia: estando de manera significativa entre chicas y chicos, escuchando con humildad sus gritos, generando vínculos educativos, acompañándolos con la confianza puesta en sus potencialidades de bien, y con la esperanza de que pueden salir de cualquier situación de esclavitud y falta de sentido.

Queremos que los NNAJ de sectores populares sean protagonistas de la historia y no meros destinatarios de la beneficencia de otros. La mirada es desde la inclusión, desde el aliento, desde el desarrollo del potencial”.

Los obispos en su mensaje insisten: “A contramarcha de las ideologías individualistas queremos ser una Iglesia inclusiva, soñamos un deporte para todos, en el que nadie se quede afuera. Estamos convencidos de que el deporte es práctica de dignidad humana, vehículo de fraternidad y medio de trabajo para la no violencia”.

Las Naciones Unidas celebrarán este día con el tema "Salud para la justicia, justicia para la salud". En su mensaje consideran que “Una respuesta efectiva al problema mundial de las drogas requiere instituciones de justicia penal, salud y servicios sociales que sean inclusivas y responsables para poder ofrecer soluciones integrales, en línea con las convenciones internacionales sobre control de drogas, los derechos humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.