El presidente Alberto Fernández visitará mañana las obras de maquinización de Añá Cuá, que permitirán ampliar la capacidad de producción energética de la represa de Yacyretá en un 10%, y mantendrá un encuentro con su par paraguayo, Mario Abdo Benítez.

Esto sucede en medio de fuertes críticas a la gestión de Fernández por el cierre del paso fronterizo que une a Corrientes con Paraguay. Desde hace semanas hay reclamos para que se lo abra.

Se trata del único paso cerrado en el país. Gustavo Valdés asegura que es una decisión miope de los funcionarios nacionales. El vicepresidente paraguayo, Hugo Velázquez, opinó en el mismo sentido.

El jefe del Estado argentino arribará al aeropuerto de la localidad paraguaya de Ayolas alrededor de las 11 y desde allí se trasladará al brazo Añá Cuá, donde visitará las obras iniciadas en junio de 2020 para la ampliación del parque generador con la instalación de tres turbinas tipo Kaplan de 90,20 MW de potencia cada una, informaron fuentes oficiales.

Las obras en curso generan 800 empleos directos y más de 2.500 puestos de trabajo indirectos, dinamizando las economías de las ciudades de Ituzaingó, en la provincia de Corrientes, y Ayolas, en Paraguay, en ambas márgenes del río Paraná.

En base a la agenda prevista, Alberto Fernández y Abdo Benítez participarán también de un acto de inauguración de un barrio de viviendas del lado paraguayo, construido por el Ente Binacional Yacyretá (EBY), y luego mantendrán una reunión bilateral de la que podría surgir una declaración conjunta.

La maquinización del brazo Añá Cuá posibilitará ampliar la capacidad de generación de energía de la Central Hidroeléctrica Yacyretá un 10% promedio, realizando un aprovechamiento de los caudales que deben ser erogados por razones ambientales.

En base a las previsiones formuladas en el inicio de la obra, en 2021 la inversión fue US$ 53 millones y en 2022 ascenderá a US$ 170 millones, sobre un presupuesto total estimado en $350 millones con un plazo de ejecución total de 50 meses que concluirá en 2024.

La obra es considerada de bajo impacto ambiental ya que no generará nueva superficie inundada ni relocalizaciones, por lo que el caudal ecológico actual de unos 1.000 m3/ segundo se mantendrá de la misma manera tras la maquinación del brazo pero con un aprovechamiento energético.

De esta manera, Aña Cuá ofrecerá una generación eléctrica continua ya que deberá cumplir con el compromiso ambienta adoptado por Argentina y Paraguay a la hora de gestionar el financiamiento de Yacyretá.