Desde niño y como todo niño soñaba con ser muchas cosas, pero un día, gracias a Dios me transformé Padre para siempre y muy feliz de ser Padre para siempre.

Antes que nada quiero agradecer por el don de la vida a Nuestro Padre Dios y mucho no quiero hablar de mi en ésta editorial, más bien voy a rendirles un homenaje cronológicamente a los que para mí fueron como Padres que traspasaron mi corazón por las enseñanzas de los buenos valores, espirituales, morales y jurídicos.

Obviamente y como corresponde agradecer a mi papá biológico don Delfín Fernández Rodríguez. Cómo lo recuerdo? Un hombre de hierro, de Él aprendí todo, por sobretodo respetar a todos por igual sin distinción de edades, de sexo, entre otras cosas. Desde niño la constante presión a estudiar, trabajar y sobrepasar cualquier obstáculo en nuestras vidas. Papá era un hombre que tuvo el trabajo más duro, el de hachero en la forestal del norte santafesino, el hacha lo encallaba sus manos derribando los quebrachos, pero también con sus manos llenas de callos también a las duras maderas las transformaba en bellas esculturas hasta nos hacia los juguetes como ser caballos y autos de carreras. De Él aprendí la historia completa de la forestal tanto del norte santafesino como la forestal del sur chaqueño. Don Delfín Fernández Rodríguez, mi papá así como era un hombre de hierro tenía un generoso corazón, lleno de amor, de valores y de solidaridad para darnos a nosotros como también a los necesitados.  

Saliendo de mi niñez e ingresando en mi adolescencia, creo que no fui tan rebelde porque tuve dos Padres del corazón, ellos fueron el Presbítero Gilles Poirier y el Señor Vicente Martínez, a continuación a ambos los describo que marcaron en mí.

El padre Gilles Poirier marcó profundamente mi vida espiritual hasta traspasó mi corazón que me hacía soñar con seguir sus huellas, ser sacerdote misionero, hasta que en una etapa de mi vida ambos me trajeron a internarme para estudiar mecánica del automotor en el Ñu Porá de Resistencia, ya que ese establecimiento educativo provincial era para chicos de escasos recursos económicos del interior de nuestra provincia.

Señor Vicente Martínez, cómo lo digo fue un Señor que confió mucho en mí, siendo que Él era de Las Breñas y que circunstancialmente le tocó ir a volcar su trabajo de educador e inspector del Instituto de Cultura Popular (InCuPo), consejos de por medio me convencieron para venir a estudiar en Resistencia con tan corta edad. Para los dos mencionados muchas gracias, mil gracias.

Doctor Héctor David “Coco” Toledo: Un Señor que marcó y proyectó mi vida laboral, fue otro señor quien me enseñó sobre las normas jurídicas, morales y espirituales, no solo fue como un padre del corazón, fue y sigue siendo desde el cielo mi padrino de casamiento. Del doctor Coco Toledo, de mi padrino podría seguir describiendo muchas cualidades suya, pero lo sintetizo así, fue un SEÑOR, una persona que según Él, mi vida se semejaba al de su vida de joven, trabajador y estudioso, un día se sorprendió cuando lo invité a nuestro programa de radio para entrevistarlo, me acuerdo que se retiró más que satisfecho porque pudimos charlar de todo y de su amado River Plate.

Rodolfo Fernández: Fue y sigue siendo mi tío más querido por lejos, Él fue hermano de mi papá, ambos ya descansan en la casa de Dios Padre. Mi tío Rodolfo no solo era un profesional sino fue un SEÑOR. A Él lo conocí recién en 1.988 cuando exclusivamente viajé a Asunción para conocerlo, creo que fue para mí un poco tarde y me auto-reprochaba por qué no lo conocí mucho ante, la verdad que viajaba a visitarlo para conocer la historia familiar paterna, pero a su vez después me motivó saber mucho más, yo tenía una herida en carne viva por haber sido soldado movilizado en la guerra de Malvinas, también con Él aprendí la historia de la guerra del Chaco Paraguayo ya que su profesión estaba vinculada a la salud, siendo un enfermero profesional militar. Tío Rodolfo hoy es el día del padre en mi país y para Vos vaya un abrazo infinito hasta el cielo, tú morada eterna.

Miguel Rodolfo Fernández: Un Señor Periodista, a pocos meses de haber comenzado a estudiar en la U.N.N.E. la carrera de Comunicación Social fui a conocer LT7 Radio Provincia de Corrientes, parece que Dios Padre me mostraba una vez más su generosidad, en la puerta de la emisora estaba esperando la hora para ingresar hacer su programa periodístico deportivo, lo pregunté si podía conocer la radio y comenzamos a charlar, en ese dialogo me dijo que aguardara y que ingresara con Él y me propuso de una si quería hacer la práctica con Él, obvio no dudé un instante, mi gran sueño de trabajar en radio, Dios y el señor Miguel Rodolfo Fernández me lo estaban cumpliendo y ese sueño se encarnó en mí para siempre.