Un hombre de unos 30 años de edad fue detenido por la Policía de Entre Ríos el viernes pasado cuando intentó comprar con un DNI argentino un pasaje en la Terminal de ómnibus de Concepción del Uruguay, localidad ubicada a la vera del río Uruguay a unos trescientos kilómetros al norte de Buenos Aires.

Lo que llamó la atención de las autoridades fue el hombre tenía dificultades para comunicarse en castellano, pese a que el domicilio indicado en el documento era de Corrientes. Personal de la Policía de Entre Ríos lo interrogó y, debido a que apenas podía expresarse en un inglés muy rudimentario, fue detenido y llevado ante la Justicia provincial. Uno de los pocos datos que le pudieron sacar en claro es que su nacionalidad es iraní y que su nombre sería Asan Azad.

Al tratarse de una posible falsificación de identidad, el caso fue pasado al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, a cargo del juez Pablo Seró.

Fuentes oficiales confirmaron que las autoridades nacionales y provinciales, en conjunto con el juez de la causa, están trabajando para identificar con certeza a esta persona. Además de la Justicia Federal intervienen Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y también la delegación de Migraciones.

Entre los interrogantes que están sobre la mesa figuran el del sitio de dónde venía y el punto hacia el cual se dirigía este ciudadano iraní. Concepción no tiene conexión física con el Uruguay por lo que se sospecha que su destino anterior inmediato está dentro de la Argentina. Además, resta confirmar hacia dónde se dirigía. Y cómo obtuvo la documentación apócrifa con la que se manejaba.

Según trascendió, la intención del ciudadano iraní era comprar un pasaje a la ciudad de Concordia, cien kilómetros más al norte por la Autovía Ruta 14. En Concordia hay un paso a Salto, Uruguay, a través del puente de la represa Salto Grande. Entre el lugar de detención y el sitio al que supuestamente se dirigía hay otro paso al Uruguay a través del puente que une Colón con Paysandú.

La detención de este ciudadano extranjero con documentación irregular se da en un contexto particular debido al secuestro en Ezeiza de un avión iraní – venezolano al que se vincula con eventuales actividades ilegales.

Días atrás, la fiscal federal Cecilia Incardona pidió investigar la relación del piloto del avión de Emtrasur, Gholamreza Ghasemi, con posibles actos de terrorismo. También imputó al resto de los tripulantes de la aeronave retenida en Buenos Aires.

"Con el avance de las tareas investigativas llevadas aquí adelante, surgieron varios rastros que imponen la necesidad de proseguir la investigación respecto de Ghasemi Gholamreza, de toda la tripulación que de él dependía, de la aeronave y de su carga, conforme las obligaciones del Estado Argentino para prevenir y sancionar hechos de terrorismo", dice el dictamen de la fiscal.

Y agrega: "Tales circunstancias irregulares llevan a indagar si el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a nuestro país fue exclusivamente para transportar mercadería de autopartes, o bien si estuvo fundado en razones diferentes a las alegadas y constituya, eventualmente, un acto de preparación para proveer bienes o dinero que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo, su financiamiento u organización".

Luego de recibir el informe del FBI que confirma la vinculación directa del piloto del avión de Emtrasur, Gholamreza Ghasemi, con las Fuerzas Quds, la división de la Guardia Revolucionaria iraní especializada en operaciones de inteligencia, y con Hezbollah, el juez Federico Villena le corrió vista a la fiscal el fin de semana "para delimitar el objeto procesal".