Es a ella a quien el Señor le diría como narra el Evangelio de San Lucas (10, 41-42): “Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada”.

A Santa Marta se le representa vestida de azul o verde, con una cruz, un delantal y portando unas llaves. Ella está en actitud de servicio y con un dragón a sus pies.

Esta discípula de Jesús es generalmente invocada por los fieles para pedir su protección ante las cosas urgentes y difíciles, pues fue a través de sus súplicas que obtuvo la resurrección de su hermano Lázaro.

La santa que siempre mostró un gran afán de servicio, es también implorada para que ayude a los fieles a desempeñar sus deberes cristianos con diligencia y responsabilidad.

Los santos Basilio y Gregorio Magno la consideran modelo evangélico de las almas contemplativas.