A 200 días del inicio de la guerra, Ucrania se regocija con la brillante contraofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el Este y la liberación de las tierras ucranianas ocupadas. Su Beatitud Sviatoslav Schevchuk recordó “a qué costo se logró” y destacó “el sacrificio que hacen nuestros defensores al servicio de su pueblo”. 

“La principal noticia del fin de semana, fue la rápida desocupación de las ciudades y pueblos de la región de Kharkiv en el contexto de una brillante contraofensiva del ejército ucraniano. Se liberaron grandes ciudades importantes: Kupyansk, Izyum y muchas otras”, según el mensaje oficial del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

“Sin embargo, dijo el arzobispo mayor de la Iglesia Grego Católica Ucraniana, todos entendemos que cada liberación, cada lágrima de alegría de nuestro pueblo, que aparece con el acercamiento del ejército ucraniano, está rociada con la sangre de nuestros soldados liberadores. Y en este día, presentamos nuestros respetos y nuestra oración a los que, especialmente en estos días, a costa de sus propias vidas, están liberando la tierra ucraniana del ocupante. Hoy, la bandera de Ucrania se está convirtiendo en un símbolo de paz y libertad, por lo que oramos a Dios”.

El primado de los católicos ucranianos reflexionó en su mensaje diario sobre la virtud de la benevolencia y su importancia en la creación de una sociedad y un estado saludables y ¿Por qué es tan vital en el servicio o actividad humana? ¿Cómo afecta la vida de las comunidades y la sociedad en general? ¿Qué es la benevolencia?: amor al prójimo, caridad, honestidad ¿o algo más?

“La benevolencia es una característica extraordinaria de un creyente -explicó el primado católico-. No se trata de un estado en el que una persona no ve el sentido de esforzarse en un asunto específico, sino de una forma de amar al prójimo, para beneficiar a los que están cerca de mí. Servir a los pobres, a los débiles, a los necesitados, a los marginados, a los desamparados es una forma especial de honrar al Señor, que es desinteresado con nosotros y que nos llevará al cumplimiento del mandamiento del amor”.

El arzobispo señaló que la usurpación de los bienes ajenos -materiales, espirituales, intelectuales- se convierte en el motivo de las acciones incluso de todo un Estado que nutre una mentalidad colonial, buscando colonias para resolver sus problemas internos. Y el robo se convierte, por así decirlo, en el sentido de la política estatal.

En cuanto a la corrupción, agregó Su Beatitud, ya hemos asegurado que este fenómeno, que se manifiesta a nivel personal, social y estatal, sí mata. La corrupción es principalmente destrucción moral y descomposición de estructuras enteras. Debemos competir no solo por relaciones humanas saludables, sino también por nuestra comunidad estatal saludable.

“Los maestros de esta benevolencia hoy -está convencido el líder de los católicos ucranianos- son nuestros soldados que están dispuestos a dar su vida para salvar del invasor, del extranjero codicioso, a personas a las que nunca vieron y de las que no saben nada. Entonces esas lágrimas y palabras de agradecimiento son una recompensa espiritual y moral para nuestros defensores por su sacrificio”.