El papa Francisco lamentó “la violencia y los enfrentamientos” que “nunca hacen bien a un país y termina lastimando sobre todo a los que más sufren”, expresó el pontífice en una carta enviada al arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández con motivo del acto realizado el jueves pasado en la catedral platense, con la presencia de dirigentes del oficialismo, de la oposición y de organizaciones sociales.

El arzobispo de La Plata convocó a un acto de adhesión al mensaje social del papa Francisco y el pontífice envió una carta de agradecimiento a los que asistieron al encuentro.

En la carta el Papa expresó: “Me llegaron varias repercusiones del acto que se organizó el pasado jueves 29 en la catedral de La Plata y quiero hacerles llegar a quienes asistieron mi más sentido agradecimiento”.

“Me gustó que no se tratara de un ‘homenaje’ sino de un acto de afecto y reconocimiento que expresa los lazos que nos unen”, manifestó, y remarcó que, sobre todo, “me alegró que en ese acto se reflexionara acerca de algunos contenidos de Laudato si' Fratelli tutti, no porque sean documentos míos, sino porque hablan de cuestiones graves y determinantes que hoy no podemos ignorar para la buena marcha de las naciones”.

Asimismo, agregó: “Me llegó la información de que estuvieron representados sectores de todos los colores de la política, otras confesiones religiosas, personas de la educación, de la cultura, de la empresa, de la justicia, etc. Y junto con ellos, estaban presentes los trabajadores más humildes y los pobres que caminaron como movimientos sociales, sostenidos por su fe y llevando a La Virgen y a San Cayetano. Han formado juntos un hermoso cuadro”.

En definitiva, continuó, “me consuela el alma que mi persona haya hecho posible ese momento de comunión, de encuentro más allá de las diferencias, porque a veces estas pequeñas ‘treguas’ impiden que sigan avanzando la violencia y los enfrentamientos”. “Eso nunca hace bien a un país y termina lastimando sobre todo a los que más sufren. Porque hay mucho por hacer en la Argentina, para que todos puedan vivir de la dignidad del trabajo y para que no haya ciudadanos de segunda. Pero nada importante ni estable se logrará con la polarización agresiva”.

Monseñor Fernández por su parte expresó que en la misiva no sólo fue en agradecimiento por el acto que “realizamos días atrás como reconocimiento a su persona”, sino que también a través de ella el pontífice brindó algunos mensajes que “me parecen muy valiosos para nuestro pueblo y sus dirigentes”.

exto completo de la carta
Queridas hermanas y hermanos:

Me llegaron varias repercusiones del acto que se organizó el pasado jueves 29 en la Catedral de La Plata y quiero hacerles llegar a quienes asistieron mi más sentido agradecimiento. Me gustó que no se tratara de un “homenaje” sino de un acto de afecto y reconocimiento que expresa los lazos que nos unen. Aunque ahora tengo una deuda con todo el mundo y me falta visitar muchos países grandes, especialmente algunos que nunca recibieron la visita de un Papa, sin embargo siempre llevo a mi Argentina en el corazón.

Sobre todo me alegró que en ese acto se reflexionara acerca de algunos contenidos de ´Laudato si´ y ´Fratelli tutti´, no porque sean documentos míos, sino porque hablan de cuestiones graves y determinantes que hoy no podemos ignorar para la buena marcha de las naciones.

Agrego que me llegó la información de que estuvieron representados sectores de todos los colores de la política, otras confesiones religiosas, personas de la educación, de la cultura, de la empresa, de la justicia, etc. Y junto con ellos, estaban presentes los trabajadores más humildes y los pobres que caminaron como movimientos sociales, sostenidos por su fe y llevando a La Virgen y a San Cayetano. Han formado juntos un hermoso cuadro.

En definitiva me consuela el alma que mi persona haya hecho posible ese momento de comunión, de encuentro más allá de las diferencias, porque a veces estas pequeñas “treguas” impiden que sigan avanzando la violencia y los enfrentamientos. Eso nunca hace bien a un país y termina lastimando sobre todo a los que más sufren. Porque hay mucho por hacer en la Argentina, para que todos puedan vivir de la dignidad del trabajo y para que no haya ciudadanos de segunda. Pero nada importante ni estable se logrará con la polarización agresiva.

Les hago llegar mi afectuosa bendición y pido al Señor que los haga artífices de paz, de justicia y de prosperidad.

Fraternalmente, Francisco