El pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, monseñor Rino Fisichella, presentó el “Dispensario móvil” instalado en la Plaza de San Pedro como una de las iniciativas para la VI Jornada Mundial de los Pobres, ha destacado que “con este 'pequeño signo' el Santo Padre quiere manifestar su atención especial hacia los pobres”.

“Los creyentes no deben de cansarse de ayudar a los pobres, este es un peligro muy claro, muy inminente, el peligro es que se pueden cansar de ayudar y de no reconocer a los pobres”, dijo el arzobispo italiano.

El prelado ha recordado que esta Jornada fue instaurada por el mismo Papa Francisco a la conclusión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, con el fin de “animar a los cristianos a salir a las periferias donde tantas personas luchan por hacer frente a problemas económicos y existenciales y así poder ofrecer un servicio como signo de amor, el amor mostrado por el mismo Jesús”.

La Jornada Mundial de los Pobres tiene su momento central en la Santa Misa presidida por el Papa en la Basílica de San Pedro, pero esta celebración tiene más iniciativas que ha explicado Rino Fisichella: “Luego se ha instalado un ‘Dispensario móvil’ para todos los que viven aquí en el columnado de la Plaza de San Pedro, para todos ellos que no tienen habitación. Es un pequeño signo con el cual se dice que el papa Francisco tiene una atención particular a los pobres”. 

“Aquí está la sanidad, agregó el arzobispo Fisichella, pero al mismo tiempo con las parroquias de Roma vamos a donar alimentos para las familias que tienen necesidad. Asimismo, el Santo Padre va a ayudar a las familias que no pueden pagar la electricidad, que no pueden pagar la renta de la habitación. Son signos particulares que van a donar un desafío a todos los peregrinos que están aquí, que vienen a contemplar la belleza de San Pedro, pero que al mismo tiempo no pueden olvidar que aquí están los pobres”.

“El Papa nos invita a no cansarnos de ayudar a los pobres”
Monseñor Rino Fisichella comentó además el Mensaje del Papa para esta VI Jornada Mundial de los Pobres y señaló que, “hay una expresión muy clara en el mensaje del Santo Padre, él dice que, en este momento, después del entusiasmo inicial, sobre todo con la guerra, con los prófugos que vienen de otros países, especialmente de Ucrania, los creyentes no deben de cansarse de ayudar, este es un peligro muy claro, muy inminente, el peligro es que se pueden cansar de ayudar y de reconocer a los pobres”.

Este es el momento en el cual no se puede dejar de ayudar a los pobres, alentó monseñor Fisichella: “Ninguno puede estar cansado de ayudar a los pobres, los inmigrantes, los prófugos que están en cada parte del mundo, pero especialmente aquí, donde el Papa va a ayudar a través de ellos a todo el mundo”.