En la celebración eucarística del día, el sacerdote se reviste con la casulla de color rosa como signo de gozo, y la Iglesia invita a los fieles a alegrarse porque el Señor está cada vez más cerca. De manera coincidente, se enciende la tercera vela de la Corona de Adviento, la vela rosada.

El color rosa -asociado a la belleza y a la serena alegría- produce un contraste en la liturgia, en la que ha venido primando el violeta (morado) como signo de austeridad (actitud propia de las semanas de preparación para la Navidad).

El color violeta ha de volver para el cuarto domingo de Adviento. En ese sentido, el rosa es un “falta poco” o un “ya, pero todavía no” muy propicio para animarnos en el camino de conversión del corazón.

Evangelio del tercer domingo de Adviento: Mateo 11, 2-11

2 Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:
3 «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?»
4 Jesús les respondió: «Id y contad a Juan lo que oís y veis:
5 los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;
6 ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!»
7 Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?
8 ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes.
9 Entonces ¿a qué salisteis? ¿A ver un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta.
10 Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino.
11 «En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.

Domingos de “gaudete” y “laetare”

Hay dos domingos en el año que se permite usar el color rosa en la vestimenta. Estos son el cuarto domingo de Cuaresma (laetare) y el tercer domingo de Adviento (gaudete) debido a que, en medio de la “espera” correspondiente, se recuerda la proximidad de la Pascua o de la Navidad, respectivamente.