El papa Francisco presidirá, el jueves 5 de enero en la Plaza de San Pedro, el funeral del papa emérito Benedicto XVI. Mientras el Vaticano está llevando a cabo los últimos preparativos, el director de la Oficina de Prensa, Matteo Bruni, informó a los periodistas que, “siguiendo el deseo del Papa Emérito, el funeral se celebrará bajo el signo de la sencillez”, y subrayó que será un “funeral solemne pero sobrio”.

Además de las dos delegaciones oficiales previstas en la ceremonia -la de Italia y la de Alemania-, acudirán representantes de otros países.

Hasta el momento, está confirmada la participación del presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella; el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier y el gobernador de Bavaria, Markus Söder; por España, asistirán la Reina Sofía y el ministro Féliz Bolaños. También estarán: los reyes de Bélgica, Felipe y Mathilde; el presidente de Polonia, Andrzej Duda; el presidente de Portugal, Marcelo Nuno Duarte Rebelo de Sousa; y la presidente de Hungría, Katalin Novak.

Además, de acuerdo con la prensa local, asistirá un representante de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, el metropolita Antonji, en representación del patriarca Kirill.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede no pudo confirmar la presencia de otros jefes de Estado o de Gobierno, pero "si alguien más viene -dijo Bruni, respondiendo a las preguntas de los periodistas - será a título personal".

Con sentidos mensajes, los líderes mundiales despidieron a Benedicto XVI
Al conocerse la noticia del fallecimiento del papa emérito, representantes de todo el mundo lamentaron su muerte, a los 95 años. "Luchó con alma e inteligencia por un mundo más fraterno", fue una de las reacciones que más se repitió.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lamentó la muerte del papa emérito y elogió su "devoción hacia la Iglesia". "Será recordado como un teólogo reputado, con toda una vida de devoción a la Iglesia, guiado por sus principios y su fe", dijo Biden en un comunicado.

Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, lo reconoció como "un destacado religioso y estadista, un firme defensor de los valores cristianos tradicionales" y recordó que, durante su pontificado, "se establecieron relaciones diplomáticas plenas entre Rusia y el Vaticano, y se desarrollaron los vínculos entre las iglesias ortodoxa rusa y católica romana". "Tuve la oportunidad de conversar con esta persona excepcional y siempre guardaré los mejores recuerdos de él. Me gustaría transmitir mi sincero pésame en esta hora de dolor", añadió el estadista, según informó el Kremlin en un comunicado.

Kiril, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, destacó por su parte, en su mensaje de condolencias al papa Francisco, "el prestigio incuestionable de Benedicto XVI como teólogo destacado", que promovió "el desarrollo de la cooperación intercristiana" y "la defensa de los valores morales tradicionales".

Mientras, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lo despidió como a "un gigante de la fe y de la razón", que "habló y seguirá hablando al corazón y a la mente de los hombres, con la profundidad espiritual, cultural e intelectual de su Magisterio". 

En tanto, el presidente italiano, Sergio Mattarella, aseguró que el país "está de luto" por el deceso de Benedicto XVI, cuya "dulzura y sabiduría han beneficiado" a "toda la comunidad internacional". "Con dedicación, siguió sirviendo a la causa de su Iglesia, en el cargo sin precedentes de papa emérito, con humildad y serenidad. Su figura permanece inolvidable para el pueblo italiano", agregó.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también se hizo eco de la noticia: "Recibí con tristeza la noticia del fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI. Tuvimos oportunidad de hablar sobre su compromiso con la fe y las enseñanzas cristianas, durante su visita a Brasil en 2007 y en la que yo realicé al Vaticano. Deseo consuelo a los fieles y admiradores del Santo Padre".

Por su parte el presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro, expresó: "Recibí, con gran pesar, la noticia de la muerte del papa (emérito) Benedicto XVI. Aunque su pontificado fue breve, deja un inmenso legado para la Iglesia católica, para todos los cristianos y para la humanidad".

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, expresó sus condolencias al papa Francisco y tuiteó: "Conmovido con la noticia del fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI, envío mis sentimientos de pesar y los del pueblo ecuatoriano al papa Francisco y a todos los católicos del orbe".

Por su parte, el jefe del Estado francés, Emmanuel Macron, envió un mensaje de condolencias a los católicos "de Francia y del mundo", y destacó a Benedicto XVI por su trabajo "por un mundo más fraternal". "Mis pensamientos van hacia los católicos de Francia y del mundo, de luto por la partida de su santidad Benedicto XVI, quien trabajó con alma e inteligencia por un mundo más fraternal", añadió.

El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo a su vez que Benedicto XVI fue un jerarca especial para mucha gente y no solo en Alemania", que fue su país de origen. "El mundo perdió una figura destacada de la iglesia católica, una personalidad polémica y un teólogo inteligente", sostuvo.

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo por su parte de Benedicto que "su fe, su intelecto, su sabiduría y su humildad personal" siempre le habían impactado.

A su turno, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, lo alabó como un "gran teólogo" entregado "al servicio de los demás, la justicia y la paz". "Mis más sentidas condolencias a la Iglesia Católica por el fallecimiento de Su Santidad Benedicto XVI", tuiteó Sánchez.

El primer ministro de Portugal, António Costa, expresó sus "condolencias a toda la comunidad católica por la muerte del papa emérito Benedicto XVI", y agregó: "Recuerdo el honor de haberlo recibido en Lisboa, cuando era alcalde, y la hermosa celebración que presidió en el renovado Terreiro do Paco". 

Asimismo, el presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa, expresó su "profunda consternación". "A lo largo de sus ocho años de pontificado, el papa Benedicto XVI siguió siendo un símbolo de la estabilidad y de la defensa de los valores de la Iglesia católica: el amor al prójimo, la solidaridad, el apoyo a los más pobres y vulnerables, y la importancia del perdón y de la reconciliación", indicó.

En tanto, el primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, expresó su tristeza y resaltó la "histórica" visita al Reino Unido en 2010: "Me entristece enterarme del fallecimiento del papa emérito Bendicto XVI", y agregó que "fue un gran teólogo, cuya visita al Reino Unido fue un momento histórico, tanto para los católicos como los no católicos de todo el país".

El rey Carlos III del Reino Unido, jefe formal de la Iglesia anglicana, compartió su "profunda tristeza" y saludó los "esfuerzos constantes" de Benedicto XVI por la paz entre todos los pueblos y por el acercamiento de católicos y protestantes.

Para el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, jefe espiritual de la Iglesia anglicana, Benedicto XVI fue "uno de los más grandes teólogos de su tiempo" y su renuncia fue "humilde y valiente".

El presidente irlandés, Michael D. Higgins, elogió "sus incansables esfuerzos para promover la paz y la buena voluntad en todo el mundo, con un interés constante por la paz en Irlanda del Norte". 

Para el presidente polaco, Andrzej Duda, que asistirá al funeral del 5 de enero, "el mundo perdió a uno de los más grandes teólogos de los siglos XX y XXI, a un cercano colaborador de San Juan Pablo II", su predecesor polaco en el Vaticano. 

Entretanto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tuiteó: "Expreso mis más sinceras condolencias al papa Francisco, a la jerarquía y a los fieles de la Iglesia Católica en todo el mundo por la muerte del Papa Benedicto XVI, un destacado teólogo, intelectual y promotor de valores universales".

Por su parte, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, tuiteó: "Quedé entristecido al enterarme del fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI esta noche. Que descanse en paz eterna".

La ONU y la Comisión Europea también despidieron al pontífice, destacando su compromiso con la causa religiosa. "Sus fuertes llamamientos a la solidaridad con las poblaciones marginadas en todas partes y sus exhortaciones a reducir la brecha creciente entre ricos y pobres son más pertinentes que nunca", expresó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó que Benedicto XVI "se veía a sí mismo como un siervo de Dios y de su Iglesia. Cuando su capacidad física disminuyó, continuó sirviendo a través de sus oraciones".