Un poderoso terremoto sacudió el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, que dejó a miles de personas muertas, otros miles de heridos y varias zonas devastadas donde se temen hay muchas personas atrapadas bajo los escombros. Según las autoridades, tanto turcas como sirias, al menos 1.300 murieron por el sismo.

El primer sismo de magnitud 7,9 se desató en plena noche. El número de víctimas sigue aumentando y las operaciones de rescate se hacen aún más difíciles por la explosión de los incendios. En las costas del sur de Italia, se revocó la alerta de tsunami. El terremoto también se sintió en Israel y Líbano. 

Al primer temblor le siguieron otras 49 réplicas, pero la devastación con cientos de víctimas ya está a flor de piel. “No es posible informar el número total de muertos y heridos -declara el prefecto de la zona afectada- y los daños son graves”. Cavan incansablemente entre los escombros en busca de sobrevivientes a ambos lados de la frontera. Para los expertos, el más devastador de los últimos 100 años. 

Confiamos en la ayuda internacional: “No nos dejen solos”
“Hay escombros por todas partes. Los primeros informes que tenemos aquí hablan de al menos 36 edificios completamente destruidos con personas dejadas bajo los escombros. La parroquia latina donde estoy también sufrió daños pero por el momento no registramos ningún otro problema crítico”, manifestó a la agencia SIR el párroco latino de Alepo, fray Bahjat Elia Karakach, de la Custodia de Tierra Santa.

“El susto fue tremendo -relató el párroco- la gente salió a la calle en pánico, al menos los que lograron hacerlo, muchos quedaron atrapados. Aquí llueve y hace frío, he visto gente descalza y ligera de ropa, en pijama, huyendo en busca de un lugar seguro. En la parroquia abrimos lugares en buen estado para ofrecer bebidas calientes y algo de comer. También oramos para pedir la protección de Dios, ahora con las primeras luces del alba los desplazados están regresando a sus casas para evaluar los daños, no hay luz, una situación dramática. Esperamos que la ayuda llegue a todas partes”, imploró el sacerdote.

“Confiamos en la ayuda internacional, todos estamos en shock por lo que pasó. No bastaba la guerra, no bastaba la pobreza, ahora el terremoto" declara el padre Bahjat que lanza un llamamiento a la comunidad internacional: "quitar o suspender las sanciones a Siria al menos para permitir y facilitar la llegada y el movimiento de la ayuda humanitaria que han necesitado mucho. Mucha gente estaba empezando a reparar sus casas destruidas por la guerra, ahora están de vuelta en el suelo, solo pueden recoger escombros. Una gran tragedia, no abandones al pueblo sirio".

Cáritas Siria: Una situación de absoluta desesperación y angustia

El arzobispo de Homs monseñor Jean Abdo Arbach y responsable de Cáritas Siria, aseguró que la situación de la población "es de absoluta desesperación y angustia", por lo que pide o muchas oraciones" por las víctimas

Monseñor Arbach, espera que suponga una apertura al corazón de todos los responsables mundiales para ayudar a este ya de por sí sufrido pueblo: “Esperemos que el terremoto sacuda y abra el corazón a la comunidad internacional abra los corazones de todos los líderes mundiales para que ayude a Siria y no se olviden de los seres humanos de siria que estamos sufriendo”.

El seísmo, que ha sacudido fuertemente el norte de Sira, se ha sentido hasta Homs, la tercera ciudad más grande de Siria, aunque no se han producido grandes destrozos como en Alepo. Según Arbach, “en 30 segundos ha cambiado totalmente la vida de miles de personas”.

“La situación de la población es de absoluta desesperación y angustia. Hay personas vagando por las calles sin saber dónde ir y buscando desesperadamente a familiares y amigos. Hay muchísimamente gente perdida y desaparecida”, ha agregado.

Por desgracia, este fenómeno tan natural como extremo, viene a agudizar la situación de pobreza extrema que vive buena parte de la población de la zona, ya que los alimentos de primera necesidad o los medicamentos brillan por su ausencia. Tanto es así que, según la Organización Mundial de la Salud, el 90% de sus habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza.

De esta manera, Cáritas Siria reclamó ayuda urgente para socorrer a la población que se ha quedado de la noche a la mañana sin hogar: “Además de la falta de comida y del durísimo invierno, del frío, de la nieve, ahora la gente se va a encontrar sin un techo, con su casa destruida por el terremoto”, alertó el arzobispo de Homs.

En las ciudades como Hanna, Alepo, Yabrud o la zona de Latakia “hay una verdadera angustia ante lo que ha pasado y este terremoto va a provocar una desesperación todavía mayor que la que existía”.

Arbach ha pedido “muchas oraciones para estar fuertes y ayudar a la población, estar con ellos” y ha reiterado que “¡ojalá este terremoto sea una señal para todos los líderes el mundo que sólo están preocupados en los beneficios económicos y en el poder político para que se dirijan hacia Siria y la ayuden de una vez porque la población está agonizando”.