El Papa Francisco recibió esta mañana en audiencia a los participantes en el Grupo de trabajo conjunto para el diálogo entre el Dicasterio para el diálogo interreligioso y la Comisión palestina para el diálogo interreligioso.

Durante su discurso, el Santo Padre destacó el “valor universal” y la importancia que tiene la ciudad de Jerusalén para judíos, cristianos y musulmanes.

El Papa subrayó que en el Evangelio, “Jerusalén es el lugar donde se desarrollan tantos episodios de la vida de Jesús, desde su infancia, cuando fue presentado en el templo, adonde luego acudían sus padres cada año para la fiesta de Pascua”. 

Más tarde, habló del momento de la vida de Jesús en el que, pocos días antes de su Pasión, llegó a la Ciudad Santa y, “cuando estuvo cerca, al ver la ciudad lloró sobre ella, diciendo: '¡Si también vosotros hubierais comprendido en este día lo que trae la paz!'"(Lc 19, 41-42). 

“Jesús llora sobre Jerusalén”, continuó el Papa. “No debemos pasar página demasiado deprisa. Este llanto de Jesús merece ser meditado, en silencio”.

“Hermanos y hermanas, ¡cuántos hombres y mujeres, judíos, cristianos, musulmanes, han llorado y siguen llorando por Jerusalén! También a nosotros, a veces, pensar en la Ciudad Santa nos hace llorar, porque es como una madre cuyo corazón no encuentra la paz por el sufrimiento de sus hijos”, indicó a continuación.

En este sentido, explicó que el episodio del Evangelio citado “recuerda el valor de la compasión: la compasión de Dios por Jerusalén, que debe convertirse en nuestra compasión, más fuerte que cualquier ideología, que cualquier bando”.

“Mayor debe ser siempre el amor a la Ciudad Santa, como a una madre, que merece el respeto y la veneración de todos”, concluyó el Santo Padre.

Fuente: ACI Prensa