Hace 45 años el Superior Tribunal de Justicia dejaba constituido el Centro de Estudios Judiciales con una resolución en la que reconocía “la responsabilidad que tiene el Estado de afianzar la Justicia, los evidentes progresos de las ciencias jurídicas y sociales y la necesidad de superación y perfeccionamiento de las instituciones en el nivel humano y técnico en la administración de Justicia”.

Desde sus inicios su impronta se identificó con lo que establecían documentos internacionales respecto de la importancia de la obligatoriedad de la capacitación y la idoneidad técnica como fuente de legitimación. Con ese marco referencial -reconocido como precursor en el país- el CEJ consolidó su actuación en base a tres pilares: la capacitación (enfocada en la actualización, el perfeccionamiento y la implementación de las reformas judiciales), la extensión a la comunidad (con énfasis en la promoción de derechos y de canales de acceso a servicios judiciales) y la investigación (centrada en el seguimiento de reformas implementadas).

A lo largo de su trayectoria consolidó esos objetivos y los actualizó en función de los cambios propios de las demandas contemporáneas, con una intensa actividad tendiente al fortalecimiento institucional, la actualización y perfeccionamiento de quienes integran la justicia chaqueña, la sensibilización destinada a la comunidad, las capacitaciones internas, investigaciones, auspicios, estadísticas y comunicación institucional.

También se destacó por su productiva interacción con las escuelas judiciales del resto del país con las que compartió objetivos similares.

Orígenes distintivos
Ya en sus primeros años el CEJ desplegó una agenda que configuró su perfil y compromiso. Dan cuenta de ello actividades como la “Carrera para magistrados y funcionarios”, que incluía el dictado de materias como Derecho Procesal Penal, Lógica Formal, ética; Filosofía del Derecho; Teoría del Estado e Historia de la Cultura; capacitaciones jurídicas de fueros civil y penal para empleados; cursos sobre “Comunicación y Relaciones Humanas”; conferencias sobre: “Escuela Judicial en el Derecho Comparado”, “Reforma Judicial y Escuelas Judiciales”, o el dedicado a “San Martín y su correspondencia personal”.

Este hilo conductor marcó una dinámica institucional enfocada en la actualización y perfeccionamiento continuo de quienes integran el Poder Judicial chaqueño así como de quienes se desempeñan como auxiliares de la Justicia.

Asimilar y promover los avances tecnológicos condujo a la incorporación de nuevos sistemas de gestión así como la permanente atención a la formación jurídica con criterios que privilegian los derechos humanos, la gestión de calidad y la inclusión permanente de los/as distintas operadores/as del derecho y de la sociedad.
Resulta distintiva la relevancia otorgada a los proyectos de extensión a la comunidad, como los recordados por el interés en vincular a jueces/as y niños/as y los que, en la actualidad involucran diferentes propuestas de trabajo con y en las distintas comunidades del territorio provincial.

Asimismo, la centralidad otorgada a la investigación se configuró a través de la coordinación de reformas y participación en la elaboración de leyes de manera interinstitucional y articulada con otros poderes del Estado.

La vocación por impulsar propuestas innovadoras ubicó al CEJ a la vanguardia de iniciativas como la mediación, la valoración del rol de la mujer en la era digital y las capacitaciones para abordar la puesta en marcha del Juicio por jurados.

Permanencias y cambios
A lo largo de su historia el CEJ consolidó un trabajo enfocado en temas de permanente vigencia y que continúan impulsando su acción institucional: Protección de DDHH; géneros; personas con discapacidades; privados de libertad; personas mayores; niñez y adolescencia; garantías constitucionales en los procesos judiciales; protección del medio ambiente; derechos de los pueblos y las personas indígenas; tecnologías aplicadas al proceso y resolución de causas; oralidad de los procesos y de las audiencias; Objetivos de Desarrollo Sostenible; reformas de los diferentes fueros: actualización de paradigmas, actualización de procesos; gestión judicial tendiente a una organización más eficiente y con parámetros de calidad; formación integral de jueces/as, funcionarios/as y empleadas/os judiciales y atención adecuada a usuarios: lenguaje claro.

El CEJ arriba a su 45 aniversario con 4397 actividades realizadas y más del 95 por ciento de satisfacción de sus usuarias/os.