El papa Francisco recibió hoy, lunes 3 de abril, a unos 400 los ejecutivos y empleados del Instituto Nacional de Seguridad Social de Italia (INPS), que este año cumple 125 años y pidió políticas de seguridad social sostenibles por el bien de las nuevas generaciones y las venideras, al tiempo que denuncia el “invierno demográfico " en Italia.

El Sucesor de San Pedro instó a los políticos italianos a hacer que la seguridad social sea económica y socialmente sostenible, teniendo en cuenta el bien común de las generaciones presentes y futuras.

“Necesitamos políticos sabios, guiados por el criterio de la fraternidad”, que eviten “desperdiciar los recursos cuando estén disponibles y dejar en serias dificultades a las generaciones futuras”, dijo.

El pontífice argentino señaló que la seguridad social es un “tema de actualidad” cada vez mayor, a medida que los aspectos económicos y sociales del envejecimiento demográfico se vuelven más significativos, mientras que la sociedad parece haber “perdido el horizonte”, sin preocupación por el futuro.

“Señales preocupantes en ese sentido”, dijo, “son la crisis ecológica y la deuda nacional que se está poniendo sobre los hombros de hijos y nietos”.

“La sostenibilidad, en cambio, responde al principio de que es injusto imponer cargas irreversibles y demasiado pesadas a los jóvenes”, dijo el Papa, al señalar que la seguridad social es una forma de bienestar que mantiene “juntas a las diferentes generaciones”.

“Veo niños aquí, y me viene a la mente la expresión de un señor de casi 60 años, que ante el invierno demográfico italiano expresó: '¿Pero quién va a pagar mi pensión?' No serán los perritos que la gente tiene en lugar de los niños".

Recordando que los trabajadores extranjeros que aún no tienen la ciudadanía italiana también contribuyen al sistema de pensiones italiano, el papa Francisco señaló que la seguridad social pública nos recuerda que "todo está conectado" y que somos interdependientes.

Los tres llamamientos al mundo del trabajo
El Papa hizo tres llamamientos al mundo del trabajo: el primero fue el decir no al trabajo en negro porque "en un primer momento parece reportar beneficios económicos, pero a distancia no permite a las familias cotizar y acceder al sistema de pensiones. El trabajo no declarado distorsiona el mercado laboral y expone a los trabajadores a formas de explotación e injusticia".

El segundo llamamiento fue el de no abusar del trabajo precario, "que repercute en las opciones vitales de los jóvenes y a veces les obliga a trabajar incluso cuando les fallan las fuerzas. La precariedad debe ser transitoria, no puede prolongarse en exceso; de lo contrario, acaba trayendo desconfianza de los jóvenes, aleja la entrada en el sistema de seguridad social y baja la natalidad".

Por último, llamó a que haya un trabajo digno, "que es siempre libre, creativo, participativo y solidario".

Al agradecer a los empleados del INPS por su trabajo de apoyo a los trabajadores y garantizar la asistencia a los desempleados, enfermos, heridos y ancianos, el Papa Francisco concluyó alentando a los responsables políticos a fomentar “la cultura del bien común, de la seguridad social y de la sostenibilidad que”, dijo. dijo que “para ser económico también debe ser social”.