El papa Francisco se reunió este sábado por la mañana con casi 1.000 jóvenes recientemente confirmados o próximos a ser confirmados provenientes de la arquidiócesis italiana de Génova.

Los jóvenes de la ciudad portuaria del norte del país saludaron con entusiasmo al Papa con pancartas y fanfarrias, en la plaza frente a su residencia, Casa Santa Marta, donde les dio una calurosa bienvenida.

El Santo Padre se dirigió a los jóvenes de manera espontánea y los animó a orar a la santísima Virgen María, al mismo tiempo los aconsejó a que no hablaran mal de los demás y que no murmuraran.

El pontífice los animó a disfrutar de su tiempo en Roma, pero les advirtió que no peleen, recordándoles que pelear viene del diablo.

Francisco concluyó su intercambio con los jóvenes instándolos a orar a la Santísima Virgen y unirse a él en el rezo de un Ave María.