El papa Francisco reflexionó este domingo, solemnidad de la Ascensión del Señor, sobre dos aspectos clave de esta fiesta: por qué celebramos la partida de Jesús de la tierra, y lo que hace ahora en el cielo. 

Al dirigirse a la multitud de fieles congregados en la Plaza de San Pedro para la oración del Regina Coeli el pontífice señaló que cómo "sucedió algo nuevo y hermoso", y explicó que con la Ascensión, Jesús llevó nuestra humanidad al cielo, ya que la humanidad que Él asumió en la tierra "ascendió a Dios" donde permanece para siempre.

“Podemos decir que, desde el día de la Ascensión, Dios mismo, “cambió”, a partir de ese momento, Él no es sólo espíritu, sino que es tal Su amor por nosotros que Él lleva en Sí nuestra propia carne, ¡nuestra humanidad!”.

El Sucesor de San Pedro señaló que con Jesús que volvió al Padre con nuestra humanidad, el cielo ya es un poco como nuestro propio lugar. Jesús nos ha abierto el camino. 

El segundo aspecto que el Papa enfocó en cómo Jesús en el cielo siempre está ahí para nosotros ante el Padre, mostrándole continuamente nuestra humanidad, las heridas que sufrió por nosotros. Jesús es nuestro abogado ante el Padre, explicó, y por lo tanto siempre con nosotros "hasta el fin de los tiempos" para interceder por nosotros. 

En conclusión, Francisco subrayó que nuestra fe puede ayudarnos a no perder la esperanza ni desanimarnos, ya que, ante el Padre, Jesús intercede por nosotros. “Que la Reina del cielo nos ayude a interceder con el poder de la oración”, concluyó.