En medio de la fuerte discusión interna que provocó en Juntos por el Cambio el ingreso de Juan Schiaretti a la coalición –o la reconfiguración de un frente electoral sin Patricia Bullrich–, Mauricio Macri llegó este martes a la ciudad de Córdoba para acompañar en la Bolsa de Comercio a Luis Juez, principal dañado por la jugada armada por Horacio Rodríguez Larreta y que cuenta con el aval de Gerardo Morales, Martín Lousteau y Elisa Carrió.

Antes de la presentación en el auditorio del “círculo rojo”, Macri brindó una entrevista a La Voz, en la que destacó que “hay una oportunidad de cambio tras 24 años; Córdoba tiene una oportunidad de renovación con Luis Juez y Rodrigo de Loredo”.

“Es difícil mantener esa frescura, dinámica; el poder es algo maravilloso para transformar, pero si se pierde la frescura, el poder termina corrompiendo todo”, dijo el expresidente al referirse al Gobierno provincial.

“En este momento, sólo pienso en qué es lo mejor para los argentinos. Con Luis (Juez) hemos resuelto nuestros problemas personales, y estoy acompañándolo en el tramo final (de la campaña) en medio de este quilombeti”, dijo Macri.

Respecto de la incorporación repentina de Schiaretti a un esquema opositor, agregó: “Nunca estuve a favor de decisiones superficiales, fuera de tiempo”. En ese sentido, acusó a Schiaretti de “haber votado” con el kirchnerismo en el Congreso. “Esto es no conocernos a los cordobeses”, dijo Macri al rechazar el acuerdo entre Schiaretti y Rodríguez Larreta.

“Me cuesta entender a Horacio”, dijo Macri al alimentar las críticas hacia su heredero en la ciudad de Buenos Aires por la jugada a “ocho días del cierre” de alianzas. “Claramente habrá un balotaje entre nosotros y Milei; será la peor elección del populismo, soy muy positivo”, vaticinó Macri.

Respecto del “enfrentamiento descarnado” en Juntos pro el Cambio, Macri reconoció que “todo está volátil” y descartó el acuerdo interno: “Nuestros dos candidatos son muy distintos: la unidad es importante, pero somos el cambio o no somos nada”. En ese sentido, dijo, en lo que pareció un guiño a Bullrich, que “la mayoría de los argentinos quiere un cambio rápido y sin concesiones”.

“Se necesita un equipo, no un caudillo. Uno de los dos debe conducir los equipos”, reforzó respecto de la interna opositora entre Rodríguez Larreta y Bullrich.

También reconoció que Milei “expresa una vocación de cambio”, y dijo que cuando Juntos por el Cambio “gobierno, él se sentará” en la mesa de discusiones. En ese sentido, descartó un triunfo de Milei. “Necesitamos a todos, esta gente deja un quilombazo”, opinó.

Respecto de la incorporación de José Luis Espert y Margarita Stolbirzer, dijo que “si Horacio quiere cambiar las reglas debe consensuarlo con Patricia”. Como se sabe, Bullrich obtura cualquier incorporación; mientras que Rodríguez Larreta las alienta.

“Me genera incomodidad esto que está pasando”, dijo Macri, y agregó que esta discusión interna “es tiempo perdido”. “Hay que volver a reconquistar la confianza externa e interna, porque hay gente que se siente estafada”, dijo Macri respecto de la actitud que deberá tener Juntos por el Cambio en la campaña.

“Córdoba tiene impuestos muy altos, algo que siempre discutí con ‘el Gringo’”, dijo Macri y pidió una rebaja de ingresos brutos, “el más bruto de los impuestos”.

“Para terminar con el caudillismo hay costos. Esta transición genera un pequeño desorden, que espero que se orden después de las Paso”, dijo Macri respecto de la falta de liderazgo de Juntos por el Cambio al renunciar él a la candidatura presidencial.

Fuente: La Voz.-