La Comunidad Padre Misericordioso y la Familia Grande del Hogar de Cristo de Rosario convocaron a una nueva marcha contra las drogas que se realizará el lunes 26 de junio, Día Internacional de la lucha contra las drogas ilícitas, a partir de las 15. La marcha partirá de la Plaza Montenegro hacía el Monumento Nacional a la Bandera.

Participarán de la marcha las siguientes organizaciones: Madres Territoriales contra las adicciones; MESA (Mesa Nacional de Organizaciones que trabajan en Adicciones); Regénesis, un centro integral en adicciones; la Corriente Clasista y Combativa; Pueblos originarios en Lucha; Asociación Nazareth; Cáritas; Movimiento desde Abajo; Rosario te quiero Provida; Alameda; Asociación Civil Casa Bolten; MTE (Movimiento de Trabajadores Excluídos); y Vientos de Libertad. También participarán el obispo auxiliar electo, monseñor Fabián Belay, que preside la comunidad de Padre Misericordioso y la presidenta nacional de Madres Territoriales contra las Adicciones, Betina Zubeldía.

La marcha, será acompañada por el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga y tendrá como objetivo "profundizar la reflexión sobre el problema de las adicciones, su impacto en las vidas de los sectores más vulnerables y de animar a encontrar soluciones concretas y creativas”, manifestaron del equipo organizador.

Expresaron que la marcha “volverá a transitar las calles del centro rosarino para llevar el grito desesperado de familias, jóvenes e infancias que, en el territorio más hostil, pelean día a día para que ninguna alma muera por causas relacionadas al consumo o por la violencia que proviene directamente de quienes raptan a nuestros pibes”.

Asimismo, explicaron que una vez llegados al Monumento de la Bandera, se leerá un documento redactado por las organizaciones participantes que “exige de manera contundente un abordaje urgente que rescate y reinserte a los miles de pibes y pibas que hoy consumen”.

Entre los principales pedidos a los poderes del Estado exigen "la intervención absoluta sobre los jóvenes que hoy están en situación de calle y de consumo. Esto significaría la creación de un espacio físico que los contenga y les de un refugio temporario para que no sufran del frío pero que también los asista profesionalmente”. “Hoy en día el adicto de bajos recursos no solo opta por consumir sino que también escapa de sus hogares de residencia, quedando expuestos a la intemperie y al crudo invierno que estamos transitando”, reflexionaron.

Según los últimos relevamientos, hubo un aumento significativo de jóvenes que consumen drogas, no solo marihuana y cocaína, sino que ahora optan por hacerlo con paco, una variación del crack fabricada con residuos de cocaína, bicarbonato, y a veces vidrio molido y veneno para ratas, la cual se constituye como una opción barata y mayormente adictiva. Las consecuencias físicas y psicológicas pueden ser irreversibles si no se trata con urgencia.

Por otro lado, mencionaron el involucramiento de estos jóvenes en la vida delictiva y que “ante su deseo constante de consumo, son cooptados por las bandas narco criminales a cambio de plata y más droga”.

Mayores informes en la red social de Facebook de la Comunidad Padre Misericordioso.