El Papa Francisco le envió una carta al “querido hermano” Víctor Manuel Fernández en la que, en su carácter de obispo de Roma, le da la bienvenida al clero de esa dócesis y le recuerda que esa pertenencia “expresa la unidad de la Iglesia y el vínculo de todas las Iglesias con la de Roma”.

“Esta pertenencia no anula la riqueza eclesial en su variedad de lenguas y culturas; tal es su universalidad, que nada tiene que ver con la uniformidad”, diferencia en la misiva fechada el 9 de julio.

Tras recordar que esa universalidad “se estrenó” la mañana de Pentecostés, afirma: “La vocación a la universalidad lleva a que la fe se arraigue en cada cultura, con sus valores y características propias (inculturación de la fe)”.

“Una fe que no es capaz de inculturarse no es verdadera fe; cae en la tentación del ‘uniformismo’, tan propia de los pensadores rígidos. Y, a la vez, junto a la inculturación de la fe, va la evangelización de las culturas”, agrega.

El pontífice sostiene que “los dos aspectos –inculturación de la fe y evangelización de las culturas- son inseparables”.

“Que esta breve reflexión te ayude a vivir con plenitud estas dos dimensiones en tu vocación de pastor”, le desea a monseñor fernández.

“Rezo por ti; por favor, no dejes de hacerlo por mí”, le pide, y concluye: “Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide”.