Existe una creciente sensibilización sobre la necesidad de construir un mundo más sostenible. La encíclica Laudato si’ del Papa Francisco fomenta nuevas ideas: formamos parte de un todo y vivimos en una casa común en la que todo está interconectado. La sociedad, la economía y el medio ambiente están íntimamente relacionados y no pueden considerarse como áreas aisladas de trabajo.

Es por eso que Cáritas Argentina trabaja en programas de sensibilización, capacitación y formación que contribuyen a sostener una economía centrada en la vida, que tiene en cuenta el acompañamiento integral de las personas, con el fin de responder a situaciones de vulnerabilidad y desempleo, a través de 19 proyectos diocesanos, en 10 provincias, que han llegado a más de 25.300 destinatarios.

La Red de Economía Social y Solidaria de Cáritas Argentina (ECOSOL) nace hace 10 años en respuesta a las iniciativas locales que fueron surgiendo en distintas comunidades del país en busca de una economía con lugar para todos, y en contextos económicos y sociales en los cuales resultan clave los vínculos de solidaridad, el trabajo colectivo y la cooperación para enfrentar desafíos cada vez más complejos.

“Para eso, gestamos una estrategia nacional de encuentro y formación que pretende ser un actor colectivo dentro de la Iglesia y de la sociedad en general, capaz de influir en el ámbito de la economía”, explica en declaraciones a AICA Gabriela Blanco, Coordinadora del equipo de Economía Social y Solidaria de Cáritas Argentina.

“Fuimos gestando de abajo hacia arriba, y materializando las propuestas en acciones concretas que generan trabajo y formación laboral, dejando capacidad instalada en cada lugar donde los equipos diocesanos y parroquiales que conforman la Red de ECOSOL acompañan cuerpo a cuerpo a las distintas iniciativas vinculadas al trabajo. Ellos son quienes recogen las necesidades que se convierten en proyectos”, detalla.

El mayor logro fue construir una Red a nivel nacional, en territorios tan diversos, y que hoy nuclea a alrededor de 900 emprendimientos en 31 diócesis distribuidas en 16 provincias. Estos emprendimientos ofrecen productos y servicios a sus comunidades en rubros como agricultura familiar, alimentos, oficios, textiles y artesanías.

“Algunos de ellos son individuales, pero se van dando cada vez más las experiencias de trabajo colectivo, en las cuales las personas se asocian para potenciar el trabajo y muchas veces formar cooperativas”, indica Blanco.

El equipo de Economía Social y Solidaria presenta distintas iniciativas para impulsar el fortalecimiento de cada equipo, promoviendo las finanzas solidarias que democratizan los recursos financieros a través de microcréditos, subsidios y fondos rotatorios; acompañando el financiamiento de mejoras en infraestructura, equipamientos y logística para promover y fortalecer la producción y comercialización, así como también la formación de equipos y emprendedores, para potenciar, compartir y capitalizar todos los saberes necesarios.

Por otro lado, el eje alimentos se ha vuelto una necesidad clave en los últimos tiempos, tratando de incorporar cada vez con más fuerza el concepto de soberanía alimentaria, el respeto y cuidado de la casa común para apoyar la producción, distribución y consumo de alimentos saludables, a través de huertas agroecológicas, la producción y comercialización de semillas, la construcción de herramientas para la elaboración de alimentos elaborados, la participación en la transformación de reglamentaciones, etc.

“En estos 10 años tejimos redes de colaboración con distintos actores de la sociedad como el sector privado, el Estado, donantes particulares, instituciones del exterior, que ayudaron a que la Red pueda seguir creciendo para acompañar cada vez a más emprendimientos e iniciativas en todo el país”, relata Blanco, quien detalla que también se han vinculado con universidades para ofrecer capacitaciones certificadas a los equipos y emprendedores interesados.

 

“Nuestro horizonte es seguir fortaleciendo esta Red a nivel nacional. Creemos en el trabajo como eje de un proceso que transforma a las personas y a sus comunidades, posibilitando la creación de bienes y servicios generados sobre la base de la solidaridad, de la comunión y la reciprocidad. Con la colaboración de todos esperamos seguir expandiendo nuestros programas y proyectos de Economía Social y Solidaria, llevando esperanza y oportunidades a miles de familias que luchan por un futuro más justo, solidario e inclusivo”, concluye.

La iniciativa se enmarca en la campaña mundial de Caritas Internationalis “Juntos“, que se empeña en fomentar la colaboración y comprometer a las comunidades a afrontar los retos sociales y de ayuda humanitaria en todo el mundo.

Para conocer más sobre esta iniciativa se puede acceder a este documento.

Más información en http://caritas.org.ar/economia-social-y-solidaria/ o escribiendo a ecosol@caritas.org.ar.