Fiel a su costumbre, el Papa Francisco se acercó a la Basílica de Santa María la Mayor en Roma para rezar ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani y encomendarle su próximo viaje a Portugal en programa del 2 al 6 de agosto con motivo de la 37ª Jornada Mundial de la Juventud.

Ante el icono de la Virgen María, la Salus Populi Romani, patrona de la ciudad de Roma, el Papa quiso rezar unos instantes a solas, en silencio, sentado en una silla de ruedas, pidiendo protección y apoyo para este viaje, "encomendándole el viaje y a los miles de jóvenes que encontrará en los próximos días".

Una tradición que, desde el inicio de su pontificado, en marzo de 2013, el Papa Francisco, antes y después de cada viaje internacional, se detiene durante varios minutos en oración ante el icono mariano que se conserva en la capilla Borghese, tan querida por el pueblo de Roma. El pontífice realizó más de 100 visitas a esta Basílica mariana.

La última visita del Papa a la Salus Populi Romani fue el 16 de junio, para dar gracias por el éxito de la operación de laparotomía en el Policlínico Gemelli. También en esa ocasión, el Papa argentino -acogido tanto a la entrada como a la salida por el afectuoso saludo de los fieles reunidos a la entrada de la Basílica- se detuvo unos momentos en oración, sentado en su silla de ruedas, frente al icono de la Virgen. Antes de eso, el Papa había visitado Santa Maria la Mayor a fines de abril, antes de partir para su viaje apostólico número 41 a Hungría; regresó a la Basílica poco después de aterrizar en Roma desde Budapest.

Los jóvenes bajo la protección de María
Además de la protección de la Virgen, el Papa pidió a los fieles que acompañen con la oración el inminente camino. Lo hizo en el Ángelus de este domingo 30 de julio, añadiendo a su petición la oración de encomienda a María de todos los jóvenes de los cinco continentes que se reunirán en Lisboa para la cita mundial. 

“Les pido que me acompañen con sus oraciones en mi viaje a Portugal, que haré a partir del próximo miércoles”, fueron las palabras de Francisco. Hay "tantos" jóvenes que irán (muchos ya se están en viaje) a Portugal, añadió el Papa, y vienen de "todos los continentes". Todos ellos "experimentan el deseo de un encuentro con Dios y con sus hermanos y hermanas, guiados por la Virgen María que, después de la Anunciación, se levantó y partió a toda prisa". Tema, este último, de esta edición de la JMJ.