El Papa Francisco rezó el Ángelus con un millón y medio de jóvenes que participaron de la misa de envío en el Parque Tejo, en el marco de la JMJ Lisboa 2023, en la que expresó su deseo de un "futuro de paz" para el mundo y reiteró su dolor por la guerra en Ucrania.

“Amigos, permítanme también que yo, ya viejo, comparta con ustedes, jóvenes, un sueño que llevo en el corazón: el sueño de la paz, el sueño de los jóvenes que rezan por la paz, viven en paz y construyen un futuro de paz”, sostuvo, y agregó: “De manera particular, acompañamos con el afecto y la oración a quienes no han podido venir a causa de conflictos y de guerras”.

“En el mundo son muchas las guerras, son muchos los conflictos. Pensando en este continente, siento un gran dolor por la querida Ucrania, que sigue sufriendo tanto”, reiteró.

La invitación fue a través de la oración del Ángelus para poner "el futuro de la humanidad en manos de María, Reina de la paz”.

“De regreso a casa sigan rezando por la paz. Ustedes son un signo de paz para el mundo, un testimonio de cómo las diversas nacionalidades, las lenguas, las historias, pueden unir en lugar de dividir. Ustedes son esperanza para un mundo diferente. Gracias. ¡Sigan adelante!”, los animó.

Los once "obrigado" del Papa
Junto a todo esto, el Papa repitió once veces en su alocución la palabra "obrigado", "gracias" en portugués. Una palabra que resonó muchas veces en estos días y que – dijo dice Francisco – "no sólo expresa la gratitud por lo que se ha recibido, sino también el deseo de corresponder al bien".

“En este acontecimiento de gracia, todos nosotros hemos recibido, y ahora, que nos preparamos para regresar a casa, el Señor nos hace sentir la necesidad compartir también con nosotros, testimoniando con alegría la gratuidad de Dios y lo que Dios puso en nuestros corazones”

"Obrigado", pues, al cardenal Manuel José Macário do Nascimento Clemente, patriarca de Lisboa, a la Iglesia y al pueblo portugués; "obrigado" al presidente Marcelo Rebelo de Sousa, presente en el Parque Tejo como en todos los actos de estos días; "obrigado" a las instituciones nacionales y locales, al clero local y a toda la ciudad de Lisboa: “A ti, Lisboa, que permanecerás en la memoria de estos jóvenes como ‘casa de fraternidad y ‘ciudad de los sueños’”.

También dio las gracias al cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y a todos los que prepararon estas jornadas, así como "a los que las han acompañado con la oración". Sin olvidar  a los voluntarios, a quienes fue “el aplauso de todos por su gran servicio". Francisco se reunirá con ellos esta tarde en la Base Aérea Figo Maduro.

Recomendación a los jóvenes y agradecimiento a los abuelos
Por último, Francisco hizo una recomendación para jóvenes: “Dios ve todo lo bueno que ustedes son, y sólo Él conoce lo que ha sembrado en sus corazones. Ustedes se van de aquí y con lo que Dios sembró en su corazón. Háganlo crecer, cuídenlo con esmero”.

“Quisiera hacerles una recomendación: mantengan presentes en su mente y en su corazón los momentos más hermosos. Para que así, cuando lleguen los momentos de cansancio y de desánimo, que son inevitables, y tal vez la tentación de dejar de caminar o de encerrarse en ustedes mismos, con el recuerdo reaviven las experiencias y la gracia de estos días, porque – no lo olviden nunca – esta es la realidad, esto son ustedes: ¡el santo Pueblo fiel de Dios que camina en la alegría del Evangelio!”

El Papa envió un saludo a los jóvenes "que no han podido estar aquí presentes, pero que han participado en las iniciativas organizadas por sus países por las Conferencias episcopales, por las diócesis; y pienso, por ejemplo, en los hermanos y hermanas subsaharianos reunidos en Tánger”.

"Y hay un último obrigado que quisiera subrayar al final", añadió el Papa Francisco hablando espontáneamente: “Obrigado a nuestras raíces, a nuestros abuelos que nos transmitieron la fe, que nos transmitieron el horizonte de una vida. Son nuestras raíces”.

“Y de regreso a casa sigan rezando por la paz. Ustedes son un signo de paz para el mundo, un testimonio de cómo las diversas nacionalidades, las lenguas, las historias, pueden unir en lugar de dividir. Ustedes son esperanza para un mundo diferente. Gracias. ¡Sigan adelante!”, sostuvo.

"Un agradecimiento especial" del Obispo de Roma fue a quienes velaron por la JMJ desde lo alto, a saber, los santos patronos del evento. Uno, sobre todo, Juan Pablo II, que inició las Jornadas Mundiales de la Juventud.

“Finalmente, un último obrigado, se lo dirigimos a dos personas especiales, a dos protagonistas principales de este encuentro. Ellos estuvieron aquí con nosotros, y siguen estando siempre con nosotros; nunca pierden de vista nuestras vidas, aman nuestras vidas como ninguno podría hacerlo”.

“'Obrigado' a Ti, Señor Jesús. Obrigado a ti, María, Madre nuestra; y ahora decimos la oración”

Cercanía a los afectados por la avalancha en Racha
“Quiero asegurar mis oraciones, y lo hacemos juntos también, por las víctimas de la trágica avalancha que se produjo hace dos días en la región de Racha, en Georgia. Y acompaño con mi cercanía a sus familiares. Que la Virgen Santa los consuele, y sostenga también el trabajo de las escuadras de rescate. Y acompaño, estoy cercano, a mi hermano, mi patriarca, Elías II”, expresó.