Desde Fuerte Esperanza, el gobernador Jorge Capitanich junto a la vicegobernadora Analía Rach Quiroga y la intendenta Inés Ortega, inauguró esta mañana el acueducto Wichí II que garantizará la provisión de agua potable para Fuerte Esperanza, Wichí, El Sauzal y Misión Nueva Pompeya. “Había que tener una mirada especial para poder gestionar el financiamiento de esta obra que hoy inauguramos y que es orgullo para la Argentina y para El Impenetrable”, subrayó el mandatario.

El acto de inauguración se llevó a cabo en forma simultánea desde las localidades y parajes a los que alcanzará el acueducto, con la participación de funcionarios y funcionarias provinciales y la comunidad local. La obra, financiada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento –préstamo BIRF 8032- demandó una inversión de $2.631.060.852 y alcanzará entre la etapa I y II 5.000 conexiones domiciliarias en Pompeya, Fuerte Esperanza, Wichí y El Sauzal.

Comprende el tramo de acueducto desde Misión Nueva Pompeya a Fuerte Esperanza, las redes de distribución de agua potable y conexiones domiciliarias de Wichí y El Sauzal, el sistema de distribución de agua potable para Fuerte Esperanza (centro, redes y conexiones), y la ejecución de sistemas de cosecha de agua de lluvia para abastecimiento a las comunidades indígenas (cisternas y techos colectores).

En total, serán beneficiados 20 mil habitantes de esas comunas y viviendas dispersas en zonas rurales, pero la infraestructura existente está preparada para abastecer en un futuro hasta 60 mil habitantes. “Es una gran obra que conjuntamente con Wichí 1, inaugurada meses atrás, implica el abastecimiento con agua potable para 63 parajes rurales”, apuntó el mandatario, y recordó la inauguración de la primera etapa que se llevó a cabo con la presencia del presidente Alberto Fernández.

En la ocasión, Capitanich dijo que la obra podría haber sido terminada en el periodo 2015-2019, durante la presidencia de Mauricio Macri, “pero no les interesó terminarla, a nosotros sí”, indicó.

De la actividad participaron junto al gobernador la ministra de Ambiente y Desarrollo Territorial Sostenible, Marta Soneira; la presidenta de Sameep, Noelia Canteros; el intendente de Juan José Castelli, Pío Sander. Desde Misión Nueva Pompeya la vocal de Sameep, Liliana Spoljaric, desde Wichí el gerente de Planificación de Sameep, Ricardo Requena, y desde Sauzal Ofelia Rodríguez, vecinos y vecinas.

“Una obra que emociona”

“Es una obra que emociona; hace 10 años era impensado contar con agua potable de primera calidad para toda la población y hoy es un hecho”, subrayó Ricardo Requena desde Wichí. Explicó que la obra toma el líquido desde el río Bermejo, se transporta a Wichí donde es potabilizada para abastecer ese paraje y a El Sauzal, sumando entre ambos, 600 conexiones que reciben 1.000 litros de agua por día.

En Pompeya se ejecutó además una planta potabilizadora más grande que abastece a esa localidad y de allí mediante acueducto a Fuerte Esperanza. “Es un logro enorme para esta zona”, aseguró el funcionario.

Spoljaric, por su parte, dijo que se trata de una obra “extraordinaria de última generación, completamente automatizada, que cambiará la vida de la gente en esa región de El Impenetrable”. Ofelia Rodríguez, por otro lado, aseguró que se trata de “un hecho histórico”; “siempre tuvimos problemas con el agua y ahora contamos con el líquido en forma regular y de calidad”, concluyó.

Centro de Distribución en Fuerte Esperanza y cisternas

El sistema de distribución de agua potable para la localidad de Fuerte Esperanza incluye el centro, redes y conexiones domiciliarias. Contempla 1.013 conexiones domiciliarias y 13.500 metros de cañerías. En tanto que el centro de distribución consta de la cámara de ingreso y caudalímetros, un tanque cisterna de 500 metros cúbicos de capacidad, sala de bombas (dosificación y elevadora), dos tanques elevados (150 m3 c/u – Total 300 m3) y una jirafa/columna de agua.

Por otro lado, el sistema de cosecha de agua de lluvia para las poblaciones indígenas ubicadas en las inmediaciones de Nueva Pompeya y Fuerte Esperanza, estipula 250 cisternas, de las cuales ya fueron ejecutadas 211, y 1.000 techos para recolección de agua de los cuales 850 ya están terminados.