Lionel Messi sacó campeón al Inter Miami para ser el más ganador de la historia con 44 títulos. Con un golazo suyo el Inter Miami igualó 1-1 en la final de la Leagues Cup vs. Nashville SC y le ganó en una eterna definición por penales. Y claro, cómo no acordarse de Qatar y con el arquero Drake Callender en modo Dibu Martínez tapando dos penales para el primer título del club.

El 21 de julio debutó con el tiro libre espectacular para el 2-1 al Cruz Azul sobre la hora. El momento en el que el club rosa pasó de ser el que perdía todo e iba 29° de 29 equipos en la tabla general de la MLS, a este que sumó su primer trofeo a sus vitrinas. Lo que soñó David Beckham fue mejor que una historia armada de un libreto hollywoodense. Ni Thor, ni Black Panther, ni Spiderman. Leo Messi transformó al Inter Miami en ganador en un mes. En esta final hizo el 1-0 con un bombazo al ángulo y reventó el palo en lo que hubiera sido un 2-1 ante un rival que dio pelea y mucha. En la tanda, el 10 abrió las cosas y luego sufrió hasta disfrutar de la definición que fue 10-9.
 
Esta conquista N° 44 para el argentino tiene un sabor especial. Obviamente que es incomparable a lo vivido en Qatar, la anterior final jugada por Leo en la que cumplió el sueño de su vida al darle la Copa del Mundo a Argentina jugando en su mejor versión. Después de eso llegó una Ligue 1 con poco para festejar con el PSG ya con la valija hecha para irse. Ahora salió campeón en el equipo y la ciudad en la que eligió y contó que cambió tristeza por felicidad. Una Miami en la que llegó en ojotas y bermudas y con esa tranquilidad salió a jugar estos siete partidos para dar otra vuelta y superar los 43 trofeos de Dani Alves.
 
Hizo 10 goles, anotó en todos los partidos y les dio el show que les gusta a los yanquis. ¿Es una competencia menor? Sin dudas. Más aún para el mejor jugador del mundo. Pero este torneo en el que participaron 47 equipos entre la MLS y la Liga MX de México, era la oportunidad para que Leo hiciera lo que a él le gusta: competir para ganar.Su entrada cambió todo.

Su ladero Sergio Busquets lo ayudó, lo mismo luego con Jordi Alba. Fue importante para devolverle la confianza al goleador Josef Martínez, potenció a un pibe de 18 años con futuro como Benjamín Cremaschi y le dio protagonismo al finlandés Robert Taylor. Y con un arquero que hizo un gol en contra de mala suerte, pero que demostró lo bueno que es con sus salvadas y en los penales. Todo con un DT como el Tata Martino que apostó por jugar y Messi encontró el escenario ideal para vivir todo lo que no pudo en París, donde lo silbaban. Hoy lo aplauden y los rivales lo esperan para sacarse una foto. Lo mismo que miles de pibes en Argentina que ya se pasean por las calles con la camiseta rosa. La del campeón del mundo. El que juega al ‘fulbo’ y ahora transformó el soccer. Winner.

Fuente: olé