Miles de peregrinos, procedentes de distintas regiones, llegaron en las últimas horas a Salta para participar del triduo solemne de la Fiesta del Señor del Milagro y la Virgen del Milagro, que lleva por lema “Milagro, camino que renueva nuestra fe y nuestro bautismo”.

El nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, está presente en la capital provincial para participar de esta celebración tradicional y multitudinaria, que comenzó este miércoles, solemnidad de la Bienaventurada Virgen del Milagro, y cuya misa estacional presidió el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, en la catedral basílica.

En la homilía, el arzobispo salteño recordó que el misterio del Milagro es “una historia de amor, en la cual la Virgen tiene un protagonismo que anticipa la presencia y se convierte en el signo seguro del amor de Dios que envuelve a un pueblo, y así va madurando la historia del pueblo de Salta”.

“Ella nos garantiza a nosotros la certeza del amor de Dios, que es incondicional. ¿Cómo lo hace? Indicándonos esa referencia a su Hijo Jesucristo, presente en el sagrario, Ella nos lleva a Jesús en la Eucaristía, y nos acompaña siempre”, destacó.

Monseñor Cargnello afirmó que “la Iglesia mira en la Virgen la certeza, la garantía de que Dios nos ama con una fidelidad incondicional”, e hizo hincapié en el texto del libro de Judith, que enseña que “cuando el hombre no llega a confiar verdaderamente en Dios, el Señor siempre nos sorprende, salvándonos con lo que consideramos pequeño”.

“La Virgen se hizo pequeña, por eso en el Magníficat dice: Él miró la pequeñez de su servidora, como Judith, que era una mujer que en el pueblo de Israel no tenía protagonismo, pero será la que salve al pueblo de parte de los poderosos de la época; cuando todas las fuerzas humanas habían sido vencidas por el miedo, es la fortaleza de la mujer la que trae la salvación para el pueblo de Dios; por eso, el pueblo le dice: ‘Tú eres la gloria de Jerusalén’, respondiendo al cántico de elogio de parte de uno de los principales del pueblo”.

“Así también nosotros experimentamos y hemos experimentado, como nuestros mayores, cómo la protección de María es signo seguro del triunfo de Dios sobre las fuerzas del mal, del poder de Dios para destruir las divisiones, las debilidades de los pecados, las amenazas, las injusticias”, subrayó.

Monseñor Cargnello aseguró que, en la historia personal y en la vida del pueblo, "muchas veces la Virgen ha estado al lado nuestro y ha estado al lado de nuestros mayores".

"No necesariamente en momentos espectaculares, que son pocos gracias a Dios; sino en la trama ordinaria, en la vida de nuestro hogar, en la salud de nuestros familiares y amigos, en la recomposición de vínculos, en el testimonio de gente que por Ella es capaz de darlo todo y, con Ella, de seguir a Jesús.  Ella sigue obrando con el mismo estilo, siendo pequeña y haciéndose eco de la Palabra de Dios", sostuvo.

El arzobispo salteño consideró que "en el hoy de nuestra historia, que bueno es ponernos en la escuela de la Virgen y en el momento difícil decirle: ¿cómo nos vas ayudar en ésta? ¿cómo nos estas ayudando en este momento de la historia?" y propuso: "No solamente en esta historia argentina, en la historia del mundo; un mundo que ha hecho un estilo de la incertidumbre, de la liquidez, de la inconsistencia”.

“Ella siempre nos hará volver la mirada al Señor para que lo escuchemos, para que descubramos en Él la fuerza transformadora del amor, y para que descubramos en Él como la verdad nos hace libres, que el amor nos dignifica, nos une, nos permite descubrir en el otro el rostro de un hermano”, aseveró.

“Ella nos ayuda a ser más fraternos, ir reconstituyendo muchos hilos del tejido social que están deteriorados y deshilachados o rotos. Ella no nos va abandonar y por eso nosotros podemos en un día como hoy, en un año como este 2023, dirigirnos a Ella como hacemos los cristianos: vida, dulzura y esperanza nuestra. Ella es la certeza de un amor de Dios que no falla”, concluyó.

La continuidad del triduo solemne
Mañana, jueves 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, las misas serán a las 7, 8, 19, 20.30 y 22. La misa estacional será a las 10. A las 23.45, habrá un concierto de campanas, seguido de toda una noche de vigilia y oración, durante la cual el santuario permanecerá abierto.

El viernes 15 de septiembre, solemnidad del Señor del Milagro, habrá misas a la hora 0, a la 1, y a las 2, 4, 5, 6 y 7. La misa estacional será a las 10, en el atrio de la catedral. A las 12, se hará la salida y el recorrido de las imágenes peregrinas por los distintos barrios de la ciudad de Salta. A las 15, será la procesión con la Cruz primitiva, la Virgen de las Lágrimas, la Virgen del Milagro y el Señor del Milagro, y la renovación del Pacto de Fidelidad del Pueblo de Dios. A las 20.30, se celebrará la Misa del Peregrino.

Y el domingo 17 de septiembre, a las 19, será la misa de acción de gracias.

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