El Vaticano pide, en su mensaje con motivo de la 44ª Jornada Mundial del Turismo, que se celebra este miércoles 27 de septiembre, “inversiones sostenibles” en el sector, que protejan el medio ambiente y el patrimonio cultural.

“La atención a la Creación permite a los cristianos promover también una forma de economía que no tiene como objetivo maximizar el beneficio, lo que conduce a menudo a la violencia contra la naturaleza, con fuertes repercusiones en la dignidad de la persona”, afirma el texto, firmado por el arzobispo Rino Fisichella, proprefecto del Dicasterio para la Evangelización, y difundido el pasado mes de mayo.

'Turismo e inversiones verdes' es el tema elegido por la Organización Mundial del Turismo para el Día Mundial del sector de este año. “Favorecer las inversiones sostenibles es también un testimonio de fe, que se basa en el respeto a la naturaleza, creada y confiada a nosotros por Dios. De hecho, la atención a la creación y a su preservación forman parte del mensaje bíblico”, indica el organismo de la Santa Sede.

El mensaje destaca el vínculo entre “economía sostenible y dignidad humana”, sosteniendo que “la primacía de la ética no puede ser eclipsada por la sed de lucro”.

“Esto no pretende bloquear el progreso tecnológico, ni siquiera el desarrollo económico. La atención y el apoyo a las inversiones sostenibles no pueden, por tanto, considerarse como un obstáculo, sino más bien como una visión de largo alcance que se abre a proyectos a largo plazo, sin caer en la miopía del beneficio inmediato”, afirma monseñor Rino Fisichella.

El Vaticano pide también un compromiso de "preservación cultural y espiritual", considerando necesario que las inversiones "no tengan como único objetivo el turismo de masas, posible vehículo de pérdida de identidad cultural y religiosa".

Respecto a las obras de arte, que forman parte del patrimonio de la humanidad desde hace siglos y que se han convertido en destino de turistas de todo el mundo, es útil reafirmar que su protección es responsabilidad de todos y que, por tanto, es condenable cualquier forma de violencia que atente contra su conservación”.

El mensaje desafía a las comunidades católicas a ser acogedoras con los turistas, que deben ser más que un “cliente”.

“En un contexto cultural donde predomina la indiferencia, es crucial que los cristianos sean testigos de una acogida que tranquilice a las personas y les haga experimentar la fraternidad”, se puede leer allí.

Monseñor Rino Fisichella, responsable de la sección “Cuestiones fundamentales de la evangelización en el mundo”, del Dicasterio para la Evangelización, finaliza el texto con una evocación del próximo Jubileo, a celebrarse durante el Año Santo de 2025.

“No dejemos de contemplar la belleza de la Creación en el cuidado de nuestra casa común, que Dios nos ha confiado”, concluye el prelado.