El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, bendijo a los peregrinos que desde bien temprano salieron rumbo a Luján y luego de emprendió el camino -junto al obispo auxiliar Gustavo Carrara- como uno más hasta el santuario mariano nacional, donde mañana a la 7 presidirá la misa en el altar montado frente a la basílica. La 49ª Peregrinación Juvenil a Luján lleva por lema "Madre, estamos en tus manos, danos fuerza para unirnos".

“Como todo el pueblo de Dios que este fin de semana camina a Luján también quiero acompañar esta peregrinación como lo he hecho por muchos años. Camino desde el 87, cuando todavía no era ni seminarista”, contó en declaraciones a TN antes de emprender el camino y agregó: “En esta ocasión, con más razón, con la misión y la responsabilidad que la Iglesia me ha confiado está bueno tratar de caminar y acompañar”.

El arzobispo porteño dijo que físicamente está bien para emprender el camino, señaló que su “gran deporte” es caminar y reconoció: “Camino muchísimo, en ese sentido puedo llegar todavía; medio rengo, pero llego”.

“Espiritualmente este es el año en el que he sido designado arzobispo de Buenos Aires, con un montón de responsabilidades, un montón de cosas; también vengo a pedirle por nuestra Argentina, a pedirle a la Virgen por nuestra Arquidiócesis, por nuestra Iglesia en Buenos Aires. A mí me hace muy bien acompañar y estar cerca de la gente”, subrayó.

“Durante la época de la pandemia, una de las frases que más habrán escuchado de mí era: ‘no me siento y no me puedo entender pastor lejos de la gente’. Por eso, que Dios nos haya regalado esta posibilidad de haber superado esa pandemia y de ser pastor nuevamente al lado de la gente, para mí es muy importante”, sostuvo.

Lema, pobreza, herida y esperanza
En cuanto al lema “Madre, estamos en tus manos, danos fuerza para unirnos”, monseñor García Cuerva explicó que este año tiene dos partes, y precisó: “Por un lado, dice ‘María estamos en tus manos’. Creo que vivimos un momento muy difícil como país; estamos viviendo momentos realmente complicados”. 

“Pensar solo en hablar de un 40% del índice de pobreza; hablar de una inflación que supera el 12%, que es el impuesto de los pobres; nos está diciendo de que hay muchos hermanos que la están pasando muy mal”, advirtió y completó: “Entonces le decimos a la Virgen que vos, que sos la patrona de la Argentina; vos que sos nuestra mamá: ‘estamos en tus manos, te necesitamos; solos no podemos’”.

“La segunda parte dice ‘danos fuerza para unirnos’. También insisto en que entre los argentinos no hay una grieta, entre los argentinos hay una profunda herida. Una herida que nos duele, que duele en las entrañas de nuestro pueblo, pero que también uno tiene la esperanza de que cicatrice; por eso es la esperanza de que también la Virgen nos ayude a unirnos, a descubrirnos hermanos, a dejar de lado por un tiempo la intolerancia, dejar de lado los prejuicios que tenemos unos con otros. Somos hermanos, María es nuestra madre y a ella caminamos para pedirle que nos una”, afirmó.