Un atentado "terrible y despreciable" ocurrido el pasado sábado 7 de octubre en Israel a manos de Hamás, que entristeció al Papa, quien expresó sus condolencias por todos los muertos y heridos que ha causado esta nueva ola de violencia. Con estas palabras de condena y, al mismo tiempo, de tristeza, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, abrió el congreso de tres días que comienza este lunes 9 de octubre en la Pontificia Universidad Gregoriana, titulado "Los nuevos documentos del pontificado de Pío XII y su significado para las relaciones judeo-cristianas".

"Nunca pensé que comenzaría mi discurso de hoy con la obediente y triste obligación de compartir y transmitir el dolor que el Santo Padre expresó ayer por lo que está sucediendo en Israel", dijo el cardenal, sentado junto al rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni.

"En el día del sábado, en la fiesta de Simchat Torá, la alegría de la Torá, en Israel, muchos hermanos y hermanas israelíes fueron despertados por un terrible y despreciable atentado. Estamos cerca de las familias de las víctimas, de los miles de heridos, de los desaparecidos y de los secuestrados, ahora en grave peligro".

La Santa Sede preocupada por la guerra

El Secretario de Estado aseguró que "la Santa Sede sigue con profunda y grave preocupación la guerra que se ha provocado, en la que también muchos palestinos en Gaza están perdiendo la vida y muchos están desplazados y heridos". Por ello, reiteró la cercanía" y las oraciones también a sus familias y a todos los civiles, que son "totalmente inocentes" y, tomando prestadas las palabras del Papa en el Ángelus de ayer, remarcó: "La guerra es siempre una derrota de la dignidad y una oportunidad para no llegar a ninguna solución".

"Desgraciadamente, el terrorismo, la violencia, la barbarie y el extremismo minan las legítimas aspiraciones de palestinos e israelíes", añadió. Su esperanza es que "las armas callen y la razón prevalezca y sirva para hacer una pausa y reflexionar sobre el camino correcto para alcanzar la paz en Israel y Palestina".

Sentar las bases de la coexistencia entre palestinos e israelíes

Ya al margen del acto, al que llegaron los periodistas a las puertas del Ateneo Pontificio, el cardenal había pedido una solución para "intentar sentar las bases del problema de la convivencia entre palestinos e israelíes aplicando los instrumentos de la diplomacia de los que se ha dotado la comunidad internacional". "Mientras no se resuelva ese problema, mientras no se encuentre una fórmula de paz, estas cosas correrán siempre el riesgo de repetirse y siempre con mayor ferocidad", advirtió.