El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera dirigió una carta a la comunidad diocesana con ocasión de las elecciones presidenciales del próximo 22 de octubre; instancia electoral a la que definió como “un momento decisivo para nuestra democracia (eco temporal del Evangelio) en la expresión del voto popular”.

“Los invito a que le mendiguemos confiados al Señor por la vida de cada uno de los que desean y aspiran a conducir nuestra Nación, y para que, quienes tengan la responsabilidad de gobernar nuestro país, encuentren soluciones a los problemas y dificultades que nos angustian a los argentinos”, planteó.

“Te pedimos por ellos, queremos que sean constructores en la verdad y caridad de una auténtica Patria de hermanos. Te pedimos por cada uno, que también busquemos el bien de todos y para todos”, puntualizó la plegaria.

Monseñor Olivera invitó especialmente a rezar la novena diocesana de oración por la Patria, ante las elecciones 2023 y propuso material para guiarla, entre ellas las intenciones diarias.

“Ponemos esta feliz iniciativa en manos de nuestra Madre, bajo la tan querida advocación de Nuestra Señora de Luján, a quien encomendamos el futuro de nuestra Patria”, concluyó.

Otra carta para sumar a la novena
En otra carta a esta comunidad diocesana, monseñor Olivera agradeció a quienes “se sumarán para rezar juntos, los que promoverán esta novena y quienes nos ayudarán a rezarla” y les recordó un pronunciamiento del Episcopado, al que consideró “muy válido hoy y, también, una vez que hayamos elegido al nuevo Presidente”.

“Por eso pedimos, rogamos a quienes poseen mayores responsabilidades que tengan la grandeza de pensar en el sufrimiento de muchos, más que en los intereses mezquinos. La gente necesita recibir propuestas concretas y realistas más que soluciones tan seductoras como inconsistentes. También espera que se sienten a escucharse y a discutir con respeto hasta encontrar puntos en común. Ansía caminar hacia un proyecto estratégico de desarrollo, que abra un horizonte de esperanza, dignidad, paz social, trabajo y prosperidad, privilegiando a los tirados al borde del camino”, citó.

El obispo castrense sugirió dejarse ayudar por la intercesión del santo Cura Brochero, a quien definió como “sacerdote argentino, entregado en favor y en bien de los demás. Constructor de nuestra Patria. Hijo ilustre de nuestra Nación”, y suplicó: “Él nos regale de Jesús, no escatimar esfuerzos y asumir con generosidad lo que nos toca a cada uno”.

“Queremos mirar también a nuestra Madre, en la muy querida advocación de Nuestra Madre de Luján- patrona de nuestro obispado y de nuestro país- queremos dejarnos mirar por Ella. Ella es la que nos convoca y nos anima al “canto del encuentro y al camino de la esperanza”. Si está la Madre, está Jesús y, si está Jesús, el Pastor bueno, ¡Nada podemos temer!, si sabemos que con Él y con su Madre: ¡Nada nos puede faltar!”, finalizó.