El Vaticano dio a conocer este miércoles el decreto que aprueba el milagro atribuido a la intercesión del cardenal Eduardo Pironio, por el que el purpurado argentino, fallecido en 1998, será proclamado beato el 16 de diciembre en la basílica Nuestra Señora de Luján.

Se trata de la curación milagrosa de un niño argentino que, al momento del hecho -ocurrido en Mar del Plata a principios de diciembre de 2006-, tenía 15 meses de vida. Juan Manuel Franco ingresó al hospital en condiciones gravísimas, tras haber inhalado purpurina, y fue sometido a asistencia respiratoria y coma inducido por padecer un síndrome de angustia respiratoria aguda (SDS).

Los médicos lo desahuciaron, explicándoles a Laura y Mariano Franco, los padres del niño, que era imposible sobrevivir a ese tipo de intoxicación. “Si saben rezar, recen”, les dijeron.

Al día siguiente, se realizó la Marcha de la Esperanza -un recorrido por iglesias de la zona creado por el cardenal Pironio cuando era obispo de Mar del Plata (1972 -1975)-, que tuvo como parada la parroquia San Antonio de Padua, dentro de cuya jurisdicción estaba la capilla del Hospital Materno Infantil. Allí estaba el presbítero Silvano de Sarro, sacerdote de la parroquia, que apenas supo qué pasaba con Juanma, les entregó a Laura y a Mariano una estampa del cardenal difunto.

“Lo que me inspiró a llevar la estampita fue el Espíritu Santo. Todo ocurrió la tarde anterior a la Marcha de la Esperanza, que fue una de las tantas cosas hermosas que nos dejó Pironio acá en Mar del Plata”, expresó en declaraciones a AICA el padre Silvano, actual párroco de San Carlos Borromeo.

Al día siguiente, 2 de diciembre, el sacerdote quedó en encontrarse con los padres de Juan Manuel en la puerta de la parroquia del Hospital Materno Infantil, donde el niño estaba internado. “Como el 3 de diciembre era el cumpleaños de Pironio y al otro día el aniversario de su ordenación; y estábamos caminando las calles que él mismo había caminado; se me ocurrió entregarles ese folleto, en el cual el mismo cardenal relata lo que fue el milagro de su propio nacimiento, ocasión en la que un obispo animó a la madre de Pironio a confiar ya que, 'a veces, los médicos se equivocan'”, rememoró el padre De Sarro.

“Su vida también es un milagro, me impactó conocerla”, reveló Laura, la madre de Juan Manuel. “Eso era todo lo que necesitaba saber: los milagros podían ser reales. Necesitaba escuchar eso para saber que mi hijo viviría. Esa era la bocanada de fe que me dejó conocer su historia y la Marcha. Tuvimos una fuerza asombrosa y confiamos en que Dios haría lo propio -dijo la mujer emocionada-. Comenzamos a leer la oración de la estampita y le pedimos a Pironio para que nuestro bebito sanara”.

“A partir de eso fue que Laura rezó la oración y su hijo, en pocas horas, empezó a mostrar una leve mejoría y, a los pocos días, volvió a la casa sin ningún tipo de secuelas”, explicó el padre Silvano. De hecho, mejoró tan rápidamente que los médicos no pudieron dar una explicación científica.

“No le quedaron secuelas de nada. Quedó comprobado que fue un milagro”, contó su mamá. Juan Manuel hoy tiene 17 años, estudia música (es chelista) y cursa el último año de la escuela secundaria.

“Veníamos esperando este momento, porque el 4 de mayo la Comisión de Peritos del Vaticano reconoció que la curación de Juan Manuel no tenía explicación médica, con lo cual se abrían las puertas para que el Papa declarara el milagro, lo cual nos llenó de alegría y de emoción”, aseguró el padre De Sarro.

“Que uno haya podido ser un mínimo instrumento llena de alegría, de emoción y, a la vez, de compromiso con el estilo sacerdotal que Pirono nos dejó, aunque me quede muy grande y muy lejos”, concluyó el sacerdote, que conoció personalmente a Pironio estando a punto de entrar al seminario.

“Ya siendo diácono y sacerdote joven tuve varias oportunidades en las que me pude encontrar con él y tener la experiencia de un hombre de Dios. Fue realmente un regalo de Dios, transmitía la presencia de Dios con su vida”, reiteró.

"Hay que dar a conocer su testimonio de esperanza"
Laura, la mamá del niño del milagro, reconoce que "esperábamos esta noticia con mucha ansiedad; también con tranquilidad y rezando para que todo salga favorable y poder ayudar a la beatificación de Pironio".

"Nosotros contamos con un regalo enorme de Dios que es la vida de Juan, su milagro y su curación", destacó la mujer en declaraciones a AICA.

"No conocimos al cardenal Pironio, pero llegó a nuestras vidas en un momento difícil y que, a través de la oración, intercedió por la sanación de Juan", señaló y anticipó qué harán de ahora en más: "La misión es dar a conocer lo importante que fue para Mar del Plata y su testimonio de esperanza". 

Laura adelantó que toda la familia ya se está preparando para ir el 16 de diciembre para la beatificación de Pironio en la basílica de Luján, donde descansan sus restos. "Nos sorprendió la fecha tan pronta. Vamos seguido a Luján porque es nuestro lugarcito en el mundo, donde nos encontramos frente a él y le rezamos, le agradecemos y llevándole todos los pedidos que le seguimos haciendo", contó.

“Es un honor y un orgullo que el caso de Juan Manuel sea considerado su primer milagro”, sostuvo su madre, que revela que cuando Juan Manuel tenía 5 años solía pedirles a sus papás por un hermanito y que, el día que lo llevaron a la basílica de Luján, donde están los restos del cardenal, ella le pidió a Pironio también que intercediera para que ese deseo fuera cumplido.

“Al tiempo supe que estaba embarazada y, cuando me hice el control a los 4 meses, supe que era un embarazo gemelar. La ecografía fue un 4 de mayo, el mismo día en que Pironio dio un paso clave para convertirse en santo”, dijo Laura.

La ceremonia de beatificación se hará en Luján el 16 de diciembre y, por parte de la Santa Sede, participará el cardenal español Fernando Vérgez Álzaga, titular de la Gobernación del Vaticano y secretario de Pironio durante 23 años.