"El Papa Francisco abraza a la familia de la pequeña Indi Gregory, a su padre y a su madre, reza por ellos y por ella, y dirige su pensamiento a todos los niños que en estas mismas horas en todo el mundo viven con dolor o arriesgan su vida a causa de la enfermedad y de la guerra". Es la declaración del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, a los periodistas este sábado 11 de noviembre.

Indi Gregory es una niña inglesa de ocho meses que padece una rara forma de patología mitocondrial, considerada incurable por los médicos, a la que el Tribunal Superior de Londres ha negado en los últimos días la posibilidad de un traslado a Italia, tras recibir la ciudadanía, para recibir tratamiento, en particular en el Hospital Infantil Bambino Gesù, que había dado su disponibilidad, siguiendo el deseo expresado por sus padres. Tras la negativa de los jueces ingleses a aceptar el recurso presentado por su madre y su padre, la pequeña se verá privada de los apoyos vitales que la mantienen con vida en el Queen's Medical Centre de Nottingham y será trasladada a un hospicio para enfermos terminales.

Llamamientos del Papa Francisco

El Papa ha intervenido varias veces en el pasado en casos similares. El 15 de abril de 2018, en el Regina Coeli, había encomendado a las oraciones de todos Vincent Lambert y el pequeño Alfie Evans y otras personas que viven "en estado de grave enfermedad, asistidas médicamente para las necesidades básicas". 

Estas habían sido sus palabras:

"Son situaciones delicadas, muy dolorosas y complejas. Oramos para que cada enfermo sea respetado en su dignidad y tratado de manera adecuada a su condición, con el acuerdo de los familiares, médicos y los trabajadores de la salud con gran respeto por la vida".

Luego, en la Audiencia General del 18 de abril de 2018, había reiterado y confirmado con fuerza "que el único dueño de la vida, desde el inicio al final natural, ¡es Dios! Y nuestro deber, nuestro deber es hacer de todo para custodiar la vida. Pensemos en silencio y recemos para que sea respetada la vida de todas las personas y especialmente de estos dos hermanos nuestros". Posteriormente, invitó a rezar en silencio.

En 2017, Francisco había seguido "con afecto y emoción la historia del pequeño Charlie Gard", expresando "su cercanía a sus padres", como había hecho saber la Oficina de Prensa del Vaticano: "Por ellos reza, esperando que no se descuide su deseo de acompañar y cuidar a su hijo hasta el final".