Monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, advirtió que “uno de los riesgos que tenemos en la sociedad de la apariencia es empeñarnos en ‘parecer jóvenes’ aunque los años vayan pasando. Maquillajes, cirugías y otros tratamientos son buscados hasta con desesperación”.

“Sin duda que es bueno hacer dieta e ir al gimnasio para cuidar la salud, pero no nos engañemos. El cuerpo acumula los vestigios del tiempo que va transcurriendo. Sin embargo, los ideales y sueños juveniles no tienen que fugarse con los años”, diferenció.

El arzobispo sanjuanino recordó que el Papa Francisco convoca a los jóvenes para este domingo, solemnidad de Cristo Rey, con el lema “Alegres en la esperanza”, tomado de la carta de San Pablo a los Romanos 12,12. 

“Los jóvenes son realmente la esperanza gozosa de una Iglesia y de una humanidad siempre en movimiento. Quisiera tomarlos de la mano y recorrer con ustedes el camino de la esperanza”, citó al pontífice.

Monseñor Lozano consideró que el mensaje del Papa para esta jornada mundial de la juventud “viene bien a todos”, porque recuerda que la esperanza “no es fruto del esfuerzo humano, del ingenio o del arte. Es la alegría que nace del encuentro con Cristo. La alegría cristiana viene de Dios mismo, del sabernos amados por Él”.

“El amor nos sostiene en la existencia y nos ayuda a caminar confiados, venciendo la soledad y el sentimiento de orfandad”, agregó.

Tras citar otras enseñanzas del pontífice, destacó el real significado de la esperanza cristiano. “No es negación del dolor y de la muerte, sino celebración del amor de Cristo Resucitado que está siempre con nosotros, aun cuando nos parezca lejano”, subrayó.

“No se dejen contagiar por la indiferencia y el individualismo. Permanezcan abiertos, como canales por los que la esperanza de Cristo pueda fluir y difundirse en los ambientes donde viven. ‘Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo’”, concluyó citando la exhortación apostólica Christus vivit.