El Vaticano publicó hoy un documento titulado 'El Obispo de Roma', que presenta una reflexión sobre la jurisdicción del Papa a nivel ecuménico, destacando la necesidad de superar las divisiones
"La cuestión del primado ya no se ve sólo como un problema, sino también como una oportunidad para una reflexión común sobre la naturaleza de la Iglesia y su misión en el mundo", se lee allí.
El documento de estudio difundido por el Dicasterio para la Unidad de los Cristianos aborda la cuestión del "primado y la sinodalidad en los diálogos ecuménicos, y en las respuestas a la encíclica 'Ut unum sint'", de san Juan Pablo II.
Según el Vaticano, el ministerio petrino del obispo de Roma es "intrínseco a la dinámica sinodal, así como al aspecto comunitario que involucra a todo el Pueblo de Dios y a la dimensión colegiada del ministerio episcopal".
Asimismo, la cuestión de la primacía del Papa es uno de los principales temas de diálogo entre las distintas Iglesias cristianas.
Aunque varios reconocen que el obispo de Roma tiene un primado de "honor", el principal desacuerdo radica en la competencia de este primado, ya que las demás comunidades fundadas por los primeros discípulos de Jesús se consideran, en muchos casos, con la misma dignidad que la de Roma.
De hecho, "algunos sostienen que, desde la Iglesia primitiva, el cristianismo se estableció en principales sedes apostólicas que ocupaban un orden específico, siendo la sede de Roma la primera", indica el documento de estudio difundido por la Santa Sede.
Para los católicos, la primacía del Papa no es sólo una cuestión de honor, sino de pleno poder de gobierno.
El documento de estudio "El Obispo de Roma" es el primero que resume "todo el debate ecuménico sobre el servicio del primado en la Iglesia" desde el Concilio Vaticano II (1962-1965); su publicación fue aprobada por el Papa Francisco en marzo de 2024.
San Juan Pablo II, en la encíclica 'Ut unum sint', de 1995, invitó a las distintas Iglesias cristianas a discernir los modos a través de los cuales el ministerio del Obispo de Roma "pueda realizar un servicio de amor reconocido por ambas partes".
El nuevo documento vaticano, que aparece después de tres años de trabajo, resume unas 30 respuestas y 50 documentos del diálogo ecuménico sobre el tema.
El Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos señala que las contribuciones recogidas "han contribuido significativamente a la reflexión sobre la cuestión del primado y la sinodalidad", mostrando "un acuerdo sobre la necesidad de un servicio de unidad a nivel universal".
El texto destaca los llamados recibidos a favor de "una mayor atención y valoración del contexto histórico, que condicionó el ejercicio de la primacía en diferentes regiones y épocas".
Por ejemplo, los dogmas del primado papal y de la infalibilidad fueron proclamados durante el Concilio Vaticano I, el 18 de julio de 1870.
Efectivamente, en 'Pastor Aeternus', Pío IX define como dogma que, "sobre la base de los testimonios del Evangelio, la primacía de jurisdicción sobre toda la Iglesia de Dios fue prometida y conferida al bienaventurado apóstol Pedro por Cristo Señor, de manera inmediata y directa".
El nuevo documento vaticano admite que esas definiciones dogmáticas "constituyen un obstáculo importante para los demás cristianos", registrando peticiones para que "la Iglesia católica busque nuevas expresiones y vocabularios que, aunque fieles a la intención original, se integren en una eclesiología de comunión y se adapten al actual contexto cultural y ecuménico".
Apuntando al siglo XXI, varias contribuciones destacan "la mutua interdependencia entre primado y sinodalidad en todos los niveles de la Iglesia, y la consiguiente exigencia de un ejercicio sinodal del primado".
Cuestiones como el ejercicio de la primacía a nivel regional y universal han surgido, en particular, en el diálogo ortodoxo -católico.
"Un mayor énfasis en el ministerio del Papa en su Iglesia particular, la Diócesis de Roma, resaltaría el ministerio episcopal que comparte con sus hermanos obispos y renovaría la imagen del papado", indica el texto.
Según el Vaticano, los "diálogos ecuménicos en curso han permitido comprender mejor, a la luz de las prácticas del primer milenio, que sinodalidad y primado son realidades correlativas, complementarias e inseparables".
Una de las propuestas lanzadas prevé la promoción de la "comunión conciliar", a través de reuniones periódicas entre los líderes de las Iglesias de todo el mundo, "para hacer visible y profundizar la comunión que ya comparten".
El informe resumido de la primera sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en el Vaticano en octubre de 2023, destacó que "la dinámica sinodal aporta también nueva luz al ministerio del Obispo de Roma".
"La articulación de sinodalidad, colegialidad y primado no debe interpretarse de manera estática o lineal, sino según una circularidad dinámica, en una corresponsabilidad diferenciada", dijeron los participantes.