En éste día tan especial mamá te quiero rendir un pequeño homenaje en el día de tú natalicio, naciste el 28 de abril de 1924 en la localidad de Cotelai provincia del Chaco Argentina y hoy estaría cumpliendo 96 años.

Antes que nada pedirte perdón por el dolor o los quebrantos que te pude haber causado desde niño, adolecente o ya siendo adulto, pero también quiero darte gracias por la vida que me diste y las buenas enseñanzas que nos dejaste, creo que eso no tiene precio y hoy es el mejor capital que tenemos tus hijos e hijas.

Por qué mamá Prudencia, madre sabia?

Lo de Prudencia es tú nombre para quienes no lo saben. Lo de  madre sabia para aquellos que no lo saben fuiste una mujer que no fue a la escuela, pero sabía mucho más que cualquier alumno que tenía una primaria terminada, sabía leer y escribir, hasta nos enseñaba a dibujar las vocales y el abecedario.

Qué más podría decir de Vos? Miles de cosas buenas, me quedo con las cosas que nos marcaron a fuego en nuestro alma y en nuestro corazón como ser: “hijo amen a un bebé, a un niño, ellos son inocentes y quizás necesite tú amor”, también esto: “el saludo, un vaso de agua y un pedazo de pan nunca vayan a mezquinar a nadie porque en esa persona puede ser el mismo Jesús que te viene a visitar para saber cómo sos”.

Podría seguir enumerando infinidades de enseñanzas, algo más, como ser: Era una mujer y madre de abundante fe y sabiduría, físicamente no tenía Biblia, pero con lo que Vos sabía era más que suficiente, recuerdo cuando volví del Sur después de haber estado cumpliendo el servicio militar y pos guerra contra los ingleses por Malvinas, al llegar fue un abrazo inseparable y entre lágrimas de felicidad me dijiste, hijo ni bien puedas ándate a Tirol a dar gracias a Santa Rita porque volviste sano y salvo”, otra más, ese último día de vida, yo arrodillado a la par de tu cama rezando e implorando a Dios para que te dejara con nosotros unos cinco años más me dijiste, “Hijo, me tengo que ir llamale a tu hermana que vamos a celebrar”, así te fuiste a la casa paterna el 14 de diciembre de 1996.

Hoy no podré ir a rezarte en tú tumba, pero te llevamos en nuestro corazón, estás la sangre que nos diste, estás espiritualmente hoy y siempre lo estarás. Besos al cielo querida Madre.

Reinaldo Fernández