Según se señala en un comunicado conjunto del Custodio de Tierra Santa, P. Francesco Patton, el Patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III, y el Patriarca armenio de Jerusalén, Nourhan Manougian, el aforo máximo permitido en el interior de la Basílica será de 50 personas.

Además, se les negará la entrada a aquellas personas que tengan fiebre o algún síntoma de COVID 19. Además, sólo se podrá acceder al recinto religioso con mascarilla y respetando una distancia mínima de seguridad de 2 metros.

Tampoco se permitirán gestos de devoción que impliquen un contacto físico con alguna superficie del templo.

La reapertura de la Basílica de la Natividad se suma a la reapertura de la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, que se produjo el pasado domingo 24 de mayo. En este caso, las medidas preventivas para evitar nuevos contagios del coronavirus fueron las mismas que en la Basílica de la Natividad.