Nuestra Señora de la Merced: Estaba gran parte de España bajo el yugo de los moros, y los piratas sarracenos asolaban las costas del Mediterráneo, haciendo miles de cautivos a quienes llevaban al norte de África. En esas circunstancias, el 2 de agosto de 1218 Pedro Nolasco tuvo una visión de la Virgen María que lo exhortaba a fundar una Orden para redimir a aquellos cristianos cautivos. Ocho días después, en la catedral de Barcelona, nacía la "celeste, real y militar Orden de la Merced", cuya obra fue realmente heroica. Se calcula que fueron alrededor de 300.000 los redimidos por los frailes mercedarios del cautiverio de los moros y unos 3.000 los religiosos que murieron mártires al entregar su vida en cumplimiento de su voto. En conmemoración de tan insigne "merced" de María a los hombres, se estableció la fiesta de la Merced o de las Mercedes.
La Virgen de la Merced en la historia argentina: Con Pedro de Mendoza llegaron los primeros mercedarios. También lo hicieron con la corriente colonizadora que ingresó por el norte. A ello se debe el que la devoción a Nuestra Señora de la Merced sea una de las más antiguas en nuestro país. El general Manuel Belgrano la proclamó Generala del Ejército Argentino, y le hizo entrega de su propio bastón de mando después de la batalla de Tucumán, cuya victoria atribuyó a su protección. A lo largo del país son innumerables los templos y capillas dedicados a su devoción.