Tras una jornada electoral pacífica y con buena participación ciudadana, Bolivia inicia una nueva etapa política con la elección de Rodrigo Paz Pereira como presidente del país. La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) emitió un mensaje resaltando el compromiso cívico y la esperanza que la democracia genera en la nación.
"Como bolivianos, hemos vivido ayer una jornada democrática pacífica, con buena participación ciudadana, ejerciendo nuestro derecho al voto y mostrando el compromiso que nos une como país", señalaron en el comunicado.
El mensaje remarca que la participación expresa la confianza de los bolivianos en un futuro mejor: "Esta participación expresa la esperanza de todos: que lleguen días mejores para Bolivia".
El nuevo gobierno debe priorizar el bienestar de la población
La Iglesia reconoció los desafíos que enfrenta la nación y confía en que el nuevo gobierno sabrá priorizar el bienestar de la población.
Entre los retos identificados se encuentran la atención a las familias en situación de pobreza, la mejora del acceso a la salud y medicamentos, la educación, el cuidado de los sectores más vulnerables, el abastecimiento de combustibles y la reactivación económica.
La CEB hizo un llamado a los actores políticos y sociales a asumir con serenidad los resultados electorales, respetando la decisión del pueblo: "A quienes han sido elegidos, les recordamos que su mandato debe ejercerse con ética, transparencia y espíritu de servicio, anteponiendo siempre el bien común a los intereses personales o partidarios. No defrauden la confianza que el pueblo ha depositado en ustedes".
Asimismo, instó a todos los ciudadanos a comprometerse con la construcción de un futuro distinto, manteniendo la esperanza y fomentando el diálogo como vía para el desarrollo y la reconciliación.
Exhortación al pueblo boliviano
"Exhortamos a todo el pueblo boliviano a comprometerse con la construcción de un mañana distinto, manteniendo viva la esperanza y el compromiso en la construcción de mejores días para Bolivia, respetándonos mutuamente y reafirmando el diálogo como camino de reencuentro y desarrollo".
El comunicado concluye con una invocación espiritual: "Confiamos el presente y el futuro de nuestra amada Bolivia a la protección de Dios, Señor de la vida y de la historia, y a la intercesión de nuestra Madre, la Virgen María. Pedimos a nuestro Creador que derrame sus bendiciones sobre nuestra Patria y sobre las autoridades elegidas, e inspire a todos los bolivianos a trabajar unidos por la justicia, la reconciliación y el progreso de la nación".