Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, durante el encuentro “fue constatada la urgencia de prestar socorro a la población civil en Gaza y de poner término al conflicto, persiguiendo la perspectiva de la solución a dos Estados”.

Se trata de la primera reunión entre León XIV y el líder palestino, de 90 años, quien ya había sido recibido por el Papa Francisco el pasado 12 de diciembre de 2024.

Abbas ya mantuvo una conversación telefónica con el nuevo Pontífice el pasado 21 de julio, centrada en la evolución del conflicto en la Franja de Gaza y la violencia en Cisjordania.

El encuentro de hoy jueves coincide con un momento de intensa actividad diplomática en torno a la cuestión palestina, marcada por más de dos años de guerra en Gaza y una creciente violencia en Cisjordania, así como por un renovado reconocimiento internacional del Estado de Palestina, recientemente reconocido por Francia y varios otros países europeos.

La Santa Sede, que reconoce oficialmente el Estado de Palestina desde 2015, ha reiterado en numerosas ocasiones su apoyo a la solución de dos Estados, basada en el respeto del derecho internacional y en la necesidad de garantizar la seguridad de Israel y la dignidad del pueblo palestino.

El Papa también ha afirmado en varias ocasiones la preocupación del Vaticano por la situación humanitaria en la Franja de Gaza, donde la población civil continúa sufriendo las consecuencias del prolongado conflicto.

La audiencia coincide con el décimo aniversario del Acuerdo Global entre la Santa Sede y el Estado de Palestina, firmado el 26 de junio de 2015, que formalizó las relaciones bilaterales y abordó cuestiones relativas a la vida y la actividad de la Iglesia Católica en los territorios palestinos.

Lo primero que hizo el presidente Abbas nada más llegar a Roma el pasado miércoles 5 noviembre fue visitar la tumba de Francisco en Santa María la Mayor, según informó Vatican News.

El jefe del Estado palestino accedió a la basílica papal a las 16:30 horas acompañado por el P. Ibrahim Faltas, antiguo vicario de la Custodia de Tierra Santa, y por su séquito. Abbas permaneció recogido en oración quince minutos aproximadamente y antes de salir dejó una rosa blanca sobre la tumba de mármol del Papa argentino.

“He venido a ver al Papa Francisco porque no puedo olvidar lo que ha hecho por Palestina y por el pueblo palestino, y no puedo olvidar que él ha reconocido a Palestina sin que nadie se lo haya pedido”, dijo el presidente palestino a los periodistas que aguardaban en la plaza.