El anuncio se realizó este lunes, en plena solemnidad de la Inmaculada Concepción y antes de la Misa Central. Con la resolución Nº 791/2025, la Secretaría de Cultura destacó la relevancia histórica y religiosa de esta tradición. Frente al atrio de la Basílica, la ministra Adriana Ortiz y monseñor Ricardo Valenzuela descubrieron la placa que dejará testimonio perdurable de este reconocimiento.
La declaratoria no solo alude a un hecho religioso, sino a una práctica profundamente arraigada en la vida del pueblo paraguayo. Es así como cada año, peregrinaciones y expresiones de fe fortalecen una devoción que va más allá de lo litúrgico y actúa como un lazo de identidad nacional. Para la Secretaría, esta festividad evidencia la capacidad del país de mantener y compartir su espiritualidad en comunidad.
El acto cobra un valor importante, pues se presenta en un momento en que el país enfrenta tensiones sociales, dificultades económicas y retos éticos que demandan unidad y un camino de esperanza para su población. Al convertirse en patrimonio histórico de la ciudad, la festividad de Caacupé se ratifica como un espacio donde familias y comunidades encuentran identidad y fuerzas para afrontar los desafíos del presente.
Finalizada la Santa Misa el Presidente de la Conferencia Episcopal de Paraguay, Monseñor, Pierre Jubinville leyó algunos puntos principales de la Carta Pastoral. El compromiso y la responsabilidad es la transparencia y buena gestión: “Hacia un pacto social por el Bien Común”, fue un llamado urgente a la conversión social y a la lucha contra la corrupción, denunciando el deterioro de la justicia y la impunidad, y pidiendo un nuevo pacto fraterno basado en siete áreas sensibles: política, economía, ecología, justicia, salud, educación y protección social para construir un Paraguay digno para todos.